Arranca 2019 y se calientan de nuevo los motores de un año económico cargado de perspectivas encontradas respecto a las probabilidades de crecimiento de la economía y a la evolución del sector financiero. Por este motivo, numerosos inversores se apremian en este período a estudiar las salidas más óptimas a su capital. También los pequeños ahorradores se acercan a sus gestores y asesores bancarios para decidir cómo sacar rentabilidad a su nómina.
Entre las opciones que más interés están despertando últimamente, las inversiones inmobiliarias se sitúan a menudo en puestos altos de la lista, pese a que sin duda la explosión de la burbuja inmobiliaria hace diez años haya ralentizado durante más de un lustro la expansión del sector. En los últimos años, sin embargo, la situación parece estar cambiando. El sector inmobiliario –y por ende la inversión en el mismo- da señales de repunte que además sugieren ciertos cambios significativos en su modelo de negocio y posibilidades de inversión. Lo cierto es que el sector inmobiliario ha cambiado mucho en los últimos años, y con él también la manera de invertir en él.
En términos generales, en el crowdfunding inmobiliario consiste en obtener financiación para un proyecto e incorporar los participantes suficientes para que el promotor comience con el plan de ejecución publicado en la plataforma. Este proceso comprende varias fases, desde la compra del inmueble o suelo inmobiliario, la construcción o reforma del inmueble, su alquiler (en caso de que el inmueble sea destinado a ese fin) y la venta del inmueble tras dicho período. Las campañas de financiación de los proyectos acostumbran a tener una duración que oscila entre 30 y 60 días. Frente a otros tipos de inversión inmobiliaria más tradicionales, como la adquisición directa de inmuebles o su compra a través de las llamadas SOCIMIs o Sociedades Cotizadas Anónimas de Inversión en el Mercado Inmobiliario, que se mueven en el sector bursátil, el crowdfunding inmobiliario cuenta con ciertas ventajas.
Este tipo de financiación participativa, que se vehicula completamente a través de internet, supone oportunidades tanto para el desarrollo de proyectos como para la promoción de la inversión. Por ejemplo, pueden beneficiarse de ella aquellos proyectos inmobiliarios que necesitan financiación y visibilidad para éstos. También es apto para que las personas interesadas en invertir en el sector inmobiliario puedan hacerlo sin cumplir los estrictos requisitos económicos que esto implica cuando se opta por comprar bienes inmuebles. Por estas razones, cada vez más inversores que quieren saber donde invertir dinero se interesan por este modelo.
En cualquier caso, los expertos aconsejan que antes de tomar una decisión respecto a cómo obtener rentabilidad de nuestra nómina, nos aseguremos de que nuestras condiciones económicas son adecuadas para dar el paso. A este respecto, recalcan sobre todo que no hemos de destinar a fines de rentabilidad aquella suma de dinero que vayamos a necesitar para nuestros gastos corrientes. En este sentido, si bien es cierto que existen diferentes tipos o niveles de riesgo según el tipo de inversión, nadie está exento de pérdidas relativas que pueden no depender de nosotros.
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