De este modo, el estudio demuestra que no sirve de nada dedicar tiempo y recursos a mejorar nuestro employer branding si, a la hora de la verdad, en el día a día, no cumplimos con lo que nuestros empleados esperan de nosotros. De hecho, con alguna excepción en esta edición, la curva de experiencia mantiene una tendencia descendente desde que el empleado se incorpora en una compañía, hasta que sale de ella. “Esto provoca el desgaste de los empleados, que se sienten frustrados al no ver sus expectativas cubiertas, y respalda el hecho de que un 13% de los encuestados afirme tener en mente cambiarse de empresa”, afirmó María Hernanz, Directora de Data&Analytics en Lukkap, durante la presentación del estudio.
La mayoría de las empresas no cumplen con las expectativas de sus empleados, de ahí que exista una intención del 13% de cambiar de empresa.
El onboarding es la clave
Si bien, cumplir o no las expectativas es fundamental para mejorar la experiencia de empleado, esta mejora sustancialmente si el empleado vive un buen onboarding. De hecho, la diferencia en la experiencia entre los que viven un buen aterrizaje en una compañía y los que no, puede llegar a ser de más de 40 puntos en determinados momentos. Asimismo, la experiencia general de quien ha vivido un buen onboarding es mucho mejor durante todos los momentos de relación con la empresa, mientras que es muy difícil levantar la experiencia de quien no lo ha vivido.
Los compañeros marcan la diferencia
¿Quién no ha verbalizado alguna vez que sigue en su empresa por sus compañeros? Y es que, no se basa en el hecho de que nos llevemos bien con nuestros compañeros, sino en que son ellos quienes cubren los huecos que la empresa deja vacíos. Así, según ha afirmado José Luis Pascual, Director de Experiencia de Empleado en Lukkap, “los compañeros son los artífices de que la experiencia de empleado mejore, ya que son ellos quienes están presentes en los momentos verdaderamente importantes”. Así, en el día a día el apoyo de los compañeros se sitúa 8 puntos por encima del apoyo de la empresa; el acompañamiento vital es 16 puntos superior; el acompañamiento profesional llega a estar 19 puntos por encima; y la respuesta del entorno ante un proceso de offboarding es 16 puntos superior.
Las reestructuraciones, un momento de dolor que afecta a toda la experiencia
En un momento de constante cambio, en el que las empresas están teniendo que adaptarse al nuevo panorama laboral, las reestructuraciones están siendo parte de ese cambio necesario que las empresas necesitan para sobrevivir. Saber gestionar este momento, será clave para determinar la experiencia de nuestros empleados; tanto de los que se van, como la de los que se quedan. Así, según los datos del IMEX Empleado, los despidos no solo afectan en el momento, sino que marcan la experiencia posterior de nuestros empleados. “Existe una gran diferencia entre la experiencia de los que viven una salida voluntaria o una jubilación, frente a los que viven una salida no voluntaria. El impacto que estas tienen en el entorno, determinará su experiencia futura, de ahí la importancia de saber gestionar bien ese momento”, explicó José Luis Pascual.
Los compañeros suplen las carencias de las compañías, superando en casi 20 puntos la experiencia que ofrecen a su entorno, frente a la empresa.
Invertir en el empleado, como si de un cliente se tratase
María Hernanz y José Luis Pascual aseguraron que, si bien muchas empresas ya se han convencido de la importancia de poner al cliente en el centro, todavía queda un largo trabajo por delante en materia de empleados. Y es que, a pesar de que la experiencia de empleado está en boca de todos, son muchas las organizaciones que todavía no han dado el salto a este nuevo modelo de relación y de gestión integral que parte de lo que viven (hechos objetivos) y sienten (percepciones subjetivas) los empleados, para dar respuesta a sus necesidades y expectativas, mejorando, así, la relación entre empleado-compañía y ofreciendo una experiencia única y diferencial en su día a día en las organizaciones.
Ambos expertos concluyeron diciendo que “para poder ofrecer una buena experiencia a lo largo del employee journey –o ciclo de vida del empleado– y, especialmente, durante los momentos clave, la solución pasa por escuchar a nuestros empleados, comprender los puntos clave de su relación con la empresa y actuar sobre aquellos momentos que les generan más dolor para poder construir, en base a los datos que tenemos, la experiencia deseada”.
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