Todo está cambiando de una forma vertiginosa con la irrupción del mundo digital en nuestras vidas, ya sea en nuestro entorno profesional o como consumidores. También las empresas como entes están en una continua y profunda transformación en la búsqueda de una mayor agilidad en todas sus acciones de prospección, diseño y producción. Comienzan a cambiar las estructuras tradicionales de las organizaciones en una buena parte y comenzamos a oír hablar en términos de Agile Coach, Chapters, Chapter Lead, Product Owner, Scrum Master, Squads y Tribe Lead.
¿Qué es lo que está pasando?, nos preguntamos como si nos hubiéramos despertado en una película que no coincide con el guión que ya teníamos aprendido y en el cual no sabemos si seguimos siendo aún los protagonistas.
El viejo modelo industrial da paso a un modelo nuevo más biológico, en el cual los equipos se convierten en sistemas con vida propia.
Equipos sistémicos
Nos encontramos ante un cambio trascendental en la forma de organizarse y liderar las empresas, los equipos y las personas. El viejo modelo industrial da paso a un modelo nuevo más biológico, en el cual los equipos se convierten en sistemas con vida propia, con objetivos propios y responsabilidad compartida dentro de un sistema mayor que está en constante adaptación a su propio entorno y circunstancias.
Estamos ante la interconexión entre sistemas abiertos, donde la velocidad en la toma de decisiones, la rapidez en el diseño y la puesta en marcha de nuevos productos y servicios, el foco y la adaptabilidad constante a las necesidades del cliente, el mejorar más rápido que la competencia, sin olvidar la conciliación, el crecimiento sostenible y el cuidado del medio ambiente, forman la base de nuevo paradigma de está, la que se ha dado por llamar, la organización ágil.
La transformación que estamos viviendo no se centra solamente en el sistema de relaciones dentro del equipo, de éste con los otros equipos, o en la forma de proceder o producir, sino que primordialmente estamos ante la mayor revolución de la historia moderna sobre los modelos empresariales de ejercer la dirección y el liderazgo. Y este cambio no sólo ya es paulatino sino que también será imparable, porque ese nuevo modelo de gestión de los equipos y el liderazgo es el único que podrá hacer frente a la supervivencia futura de las empresas.
Liderazgo elegido
El nuevo liderazgo ha de ser visionario para interpretar de forma certera e imaginar posibilidades que deberá convertir en realidades, donde la rapidez primará sobre la perfección, será vertebrador, inclusivo, retador, con una alta influencia motivacional, desarrollador de personas en lugar de instructor y creador de equipos transversales con una clara orientación a los resultados y al corto plazo. Este nuevo liderazgo va a tener que aplicar habilidades que le lleven a convencer, mediar, desafiar, impulsar, entrenar y motivar a las personas y equipos con los que va a tener que afrontar y alcanzar los objetivos de la compañía.
Es posible que sean los propios equipos los que elijan a su líder, por ello pasará de tener colaboradores a seguidores que le van a dar lo mejor de sí mismos sólo, si sabe tenerlos plenamente motivados de una forma permanente; si no, se buscaran otro mejor líder. Para conseguir lo primero y evitar lo segundo deberá ser más creativo en su día a día para llegar a empoderar, desarrollar y comprometer a sus equipos.
El nuevo liderazgo parte de un paradigma muy distinto a la dirección de personas tradicional, principalmente porque el desarrollo de las personas no funciona ya desde el control y la autoridad, sino desde la motivación, el aprendizaje y el desafío constante para sacar a la superficie la mejor versión de cada uno de los miembros del equipo.
A algunos les podrá sonar la música, pero la letra es muy distinta.
Antonio Vega, CEO de Humaniza.
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