Muchos trabajadores pueden experimentar un grado de estrés derivado del uso de la tecnología. Algunos expertos se refieren a ello como tecnoestrés, una adicción psicológica que se produce por el uso continuado de la tecnología, la incapacidad de poder desconectarse y la necesidad de adquirir las novedades que aparecen constantemente en el mercado de la tecnología.
Es así como el tecnoestrés se explica como la incapacidad de gestionar en forma saludable las nuevas tecnologías y la conectividad que estas entregan. Este tipo de estrés afecta también en el ámbito laboral, cuando un trabajador no logra desconectarse, por ejemplo, los fines de semana o fuera del horario laboral.
En una encuesta llevada a cabo por Robert Half, aplicada a más de a 300 ejecutivos chilenos, el 27% opinó que la dependencia tecnológica ha aumentado los niveles de estrés en los trabajadores y ha empeorado el equilibrio entre el trabajo y la familia.
Al respecto, Karina Pérez, directora de la consultora, señala que «es común que la llegada de la digitalización pueda ser un poco agobiante tanto para los colaboradores como para las compañías. Es por eso que disminuir y eliminar el estrés y la ansiedad que produce la tecnología es un desafío que debemos emprender entre todos».
Otro motivo es la necesidad de respuesta inmediata que implican las nuevas tecnologías y la adicción que generan. «Debemos recordar que el estrés es sumamente dañino para las empresas, ya que baja la productividad y afecta la salud de los colaboradores. Como consejo, debemos ver los avances tecnológicos como una herramienta que aporte a nuestras labores», explica Pérez.
De hecho, el estudio Work Happy de Robert Half reveló que el estrés afecta no solo el sistema inmunológico, sino también a la organización, ya que los empleados agotados o crónicamente frustrados son más propensos a la enfermedad y al ausentismo.
A continuación, te dejamos cinco tips para enfrentar y prevenir el tecnoestrés:
– Organiza tu jornada laboral: planifica tu día y manejo de los imprevistos en forma flexible. Un buena idea es priorizar las tareas y cerrar las ventanas del computador que no estés usando.
– Descansa la vista: estar frente al computador puede ser agotador, sobre todo para la vista. Toma descansos de entre 10 y 15 minutos, leyendo algo o realizando alguna tarea que no implique usar el computador.
– Separa tu vida laboral de la personal: esto incluye también la tecnología. Fuera de tu jornada laboral puedes silenciar las notificaciones relativas al trabajo, dejar mails en la categoría de pendientes y evitar enviar correos fuera del horario de trabajo.
– Prioriza tus tareas: si te es muy difícil desconectarte, es fundamental poder diferenciar las tareas que son urgentes de las normales. Piensa si ese mail puede ser enviado al día siguiente. En esa línea, siempre es bueno delegar ciertas labores para no sobrecargar la jornada.
– Aprende sobre las nuevas tecnologías: la rapidez con que surgen los nuevos productos, aplicaciones o funciones puede ser agobiante. Para evitar esto, siempre puedes pedir ayuda o asistir a cursos y charlas que te capaciten sobre estas tecnologías.
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