Ser líder sin ser jefe es posible, aunque no es sencillo. Debes ganarte la confianza de tu equipo y construir con ellos una relación basada en la ayuda y en la orientación. Debes convertirte en un punto clave de referencia en el que encuentren las soluciones y el apoyo necesario. Existe una serie de reglas que pueden ayudarte y te ayudarán a ser un líder de verdad, sin necesidad de ser el jefe. Es necesario que conozcas tus fortalezas y debilidades, tengas muy claros los objetivos y actúes siempre con inteligencia.
Aunque no tengas un rol directivo, puedes destacar en liderazgo. Según la profesora de liderazgo y dirección de la Universidad George Washington y la Universidad de Maryland, “aprovechar el poder que realmente tienes” es una buena forma de encontrar oportunidades dentro de tu propio pesto de trabajo.
Cómo ser un buen líder
Para ser un buen líder y motivar a tu equipo no es necesario estar en lo más alto de tu cadena de mando. La confianza es un factor importante en la influencia de las personas. Por ello, lo primero que tienes que hacer es construir relaciones basadas en esta confianza. Tus compañeros deben verte como una persona a la que pedir ayuda. Según Mary Abbajay, autora del libro «Managing Up: How to Move up, Win at Work, and Succeed with Any Type of Boss«, debes tratar a las personas como te gustaría que ellas te tratasen. Es importante entender las preferencias de cada persona para poder adaptarte y convertirte en una persona valiosa en el mundo.
Observa cómo son las personas que se encuentran por encima de ti. Asimila cómo se comportan, cuáles son sus funciones y habilidades y cuáles son sus habilidades. Con ello, podrás anotar y mejorar las tuyas propias. Intenta ir un paso más allá de la descripción de tu trabajo. Es bueno encontrar proyectos a los que puedas unirte y en los que puedas mostrar tus habilidades de liderazgo.
No tengas miedo a la hora de pedir opiniones. Los buenos líderes están abiertos a comentarios y críticas. Las personas que creen que lo saben todo no suelen ser los mejores líderes. Por eso, escucha a tu equipo, recoge las opiniones y mejora en todo lo que puedas.
Intenta ser una persona comunicativa. Habla con tu equipo. Comunícate con ellos y crea lazos de unión. No es necesario que un líder esté constantemente hablando, pero sí que cuando hable su equipo le escuche. Por eso, debes trabajar la confianza desde un punto comunicativo. Explica a tu equipo por qué necesitas algo y cuándo.
Si eres capaz de cumplir con todos los puntos anteriores, serás un buen líder sin necesidad de estar en lo más alto de tu empresa.
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