La generalización de las tecnologías de la comunicación y la exposición continua a las pantallas es una característica común a la mayoría de los entornos laborales y sectores de actividad. Estrés, problemas posturales y fatiga visual son los principales trastornos derivados de una inadecuada exposición a ordenadores y dispositivos móviles, riesgos que se agravan porque continuamos usándolos en el ámbito privado, una vez acabada la jornada laboral. Coincidiendo con la Semana Europea para la Seguridad y Salud en el trabajo, Cualtis, empresa española especializada en la prevención riesgos laborales, pone el acento en este “efecto pantalla” por ser uno de los problemas que, con mayor frecuencia, afecta a empresas y autónomos.
“Las nuevas tecnologías han traído indiscutibles ventajas, pero también asistimos a un fenómeno de sobreexposición por “no desconexión”. Aplicaciones y correo electrónico en móviles o tabletas, incluso juegos, nos están abocando a un uso casi ininterrumpido, traspasando el horario laboral”, explica Teresa Garcia-Margallo Marfil, Directora de Servicios Médicos en Cualtis.
“El denominado tecnoestrés laboral o el síndrome del trabajador quemado, ‘burn-out’ en inglés, que resulta del estrés crónico y agotamiento en el lugar de trabajo, pueden relacionarse con esta conectividad permanente” añade Teresa Garcia-Margallo Marfil.
Como la mayoría de los avances tecnológicos, estas herramientas han facilitado enormemente una amplia gama de tareas, que antes resultaban mucho más penosas, también desde el punto de vista preventivo. En este sentido los ordenadores modernos no son diferentes de la maquinaria industrial o agrícola, por poner un ejemplo más obvio. Sin embargo, esta es una realidad que frecuentemente se olvida, a favor de la moda generalizada de criminalizar estos dispositivos, que, en cualquier caso, no están exentos de riesgos.
Este uso prolongado provoca, entre otros síntomas, que los trabajadores experimenten fatiga, ansiedad, irritabilidad, dificultad de concentración o trastornos del sueño.
Dolores musculares
La continua exposición a las pantallas también puede afectar a la salud física del trabajador. Por un lado, están los problemas osteoarticulares que se localizan sobre todo en la nuca, la espalda y el antebrazo. Por otro lado, puede provocar trastornos de la visión como sensación de irritación, dolor de cabeza, vista cansada, mareos, visión borrosa o hipersensibilidad a la luz.
“Trabajar de manera continuada con el ordenador y otros dispositivos de visualización de datos puede producir dolores musculares en la nuca y espalda, así como molestias oculares de distinto grado. Antes era solo el ordenador, pero ahora miramos de manera continuada la pantalla del móvil y esto multiplica los riesgos de padecer estas dolencias en el trabajo” afirma la Directora de Servicios Médicos en Cualtis.
Corregir la postura, situar adecuadamente el ordenador, una correcta iluminación, hacer pausas y realizar sencillos ejercicios de estiramiento son algunas de las medidas recomendadas para evitar los riesgos en el trabajo de las nuevas tecnologías.
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