El estudio CIO In Focus elaborado por Edelman y, en el han participado más de 406 CIOs de empresas de diferentes sector y tamaño en Estados Unidos, Reino Unido, China y Singapur, pone de relieve que estos directivos están bajo una presión creciente para convertirse en ‘los nuevos guardianes de la confianza corporativa’. Esto quiere decir, que, además de salvaguardar la información de la organización, cada vez están más presionados para velar por la confianza y la reputación de la misma. En la actualidad, el 31% de los CIOs encuestados ya afirma tener este rol dentro de sus compañías, muy por delante del papel de innovador (14%) o de solucionador de problemas (9%).
La confianza se ha convertido en el activo más valioso de cualquier organización por lo que una vez resuelto todo el escenario del back-office, el CIO se erige como una figura clave en la creación de esta confianza- así lo piensa el 90% de los encuestados- no sólo porque desarrolla y protege todas las funciones estratégicas para una excelente relación con el cliente sino porque además, está siendo presionado para salir del departamento de TI y convertirse en un portavoz destacado mientras conecta y orquesta las políticas, los flujos de trabajo y la ética de la organización.
Bajo esta perspectiva, no es de extrañar que, tal y como revela CIO in Focus, el 91% de los entrevistados asegure que la confianza de la empresa resida en la confianza de su CIO y que la reputación de la empresa esté directamente relacionada con el liderazgo de éste (89%).
“El ritmo de la innovación y de la normativa está transformando el papel del CIO”, afirma Sanjay Nair, presidente del sector de tecnología de Edelman. “Sus competencias sobrepasan la privacidad y la seguridad de los datos y contempla el uso ético de la inteligencia artificial, así como la salvaguarda del futuro de la organización a través de la transformación digital. No sólo se espera de ellos que mantengan activos los sistemas de back-end, sino que también estén en el centro de la creación de la confianza con clientes, inversores y empleados”.
De hecho, más de la mitad de los participantes (57%) sostiene que su papel ha cambiado extraordinariamente en los últimos años, haciéndose más complejo, más integrado, más estratégico y visible, y situándose en el centro la confianza.
En este escenario, es lógico, tal y como revela el estudio, que todas las acciones del CIO se analicen con lupa. De hecho, el 55% considera que se siente muy presionado para evaluar el impacto de la digitalización en la sociedad.
David Morán, director de Tecnología de Edelman en España destaca que “este estudio muestra el camino para que los expertos en comunicación podamos acercarnos a los CIOs de forma efectiva. En este sentido es necesario entender la complejidad y la expansión de sus competencias más allá de las fronteras tradicionales de TI. Un discurso basado en la innovación por la innovación no tendrá eco: las marcas que quieran conectar con el CIO actual deben posicionarse como partners a la hora de crear confianza interna y externa en las organizaciones donde trabajan estos profesionales.”
CIO in Focus también revela diferencias en cómo estos perfiles sienten esta carga, en base a su experiencia y su responsabilidad. Cuando se piensa en relaciones de confianza con vendedores y proveedores:
- Los CIOs con diez o más años de experiencia manifiestan que cuando toman decisiones, ellos confían en los fabricantes o proveedores más en base a una experiencia previa positiva (61%); los valores, la misión y el propósito del fabricante (61%) y la aportación de la compañía a la sociedad (58%)
- Los CIOs con más de cinco años de experiencia confían más en el sentimiento, la percepción de la compañía y su reputación (41%) así como en las relaciones y en las conexiones emocionales (39%).
- Sin embargo, los CIOs más experimentados están más preocupados por el ritmo de la innovación. De hecho, el 71% piensa que es demasiado rápido frente a un 57% de los de menor antigüedad.
- Los CIOs reaccionan a esta ampliación de responsabilidades de manera diferente. Los CIOs con experiencia describen su rol en términos convencionales, como un experto en TI, mientras que los que cuentan con menos experiencia consideran que su papel es multidimensional, con un énfasis creciente en la consultoría estratégica de alto nivel y en la expectativa de convertirse en líderes e influenciadores.
Los CIOs con más antigüedad tienden a priorizar las ganancias a corto plazo sobre los beneficios a largo plazo. Más allá de la seguridad y la privacidad de los datos, los CIOs con menos experiencia se centran más en innovar en nuevos productos y servicios frente a los CIOs con más años de experiencia, que hacen mayor hincapié en impulsar la eficiencia de las inversiones existentes.
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