AED – Carlos Gutiérrez
El pasado lunes se ha presentado en la Universidad Nebrija de Madrid el libro de AED “El arte de liderar”, una obra que revela a través de entrevistas a 15 altos ejecutivos cuáles son las claves del éxito en la función directiva. El volumen, que ha coordinado Alfonso Jiménez, sociodirector de PeopleMatters, comparte las experiencias de estos 15 consagrados profesionales con el propósito de inspirar sobre el liderazgo que requieren las organizaciones que velan por la sostenibilidad de sus negocios y desean generar un impacto positivo en las personas y en la sociedad.
Los directivos y directivas que han participado en “El arte de liderar” son: Carme Artigas, Secretaria de Estado de Digitalización e IA del Gobierno de España; Nuria Cabutí, CEO de Penguin Random House Grupo Editorial; Fuencisla Clemares, directora general de Google España y Portugal; Fernando Cogollos, consejero de Northgate PLC; María Dolores Dancausa, consejera delegada de Bankinter; Bill Derrenger, director general de Osborne; Alberto Durán, vicepresidente primero del Grupo Social ONCE; Rafael Fontana, presidente ejecutivo de Cuatrecasas; Jaime Guardiola, consejero delegado del Banco Sabadell; Frutos Moreno, presidente y CEO del Grupo TBWA\España; Sara Muñoz, consejera delegada de Biogran; Alejandro Pociña, presidente de Steelcase para España y Portugal; Francisco J. Riberas, presidente ejecutivo de Gestamp; Elisabeth Stampa, CEO de Medichem; y Richard Weissend, presidente de Heineken España.
“El arte de liderar” está publicado por la editorial Almuzara y cuenta con el patrocinio de Naturgy.
“EL ARTE DE LIDERAR”, EN 10 CLAVES
Construcción de equipos
Los ejecutivos consideran como una parte fundamental de su éxito el estar arropados por un equipo de profesionales altamente cualificados. Su entorno más inmediato debe estar formado por especialistas en cada una de las materias que tratan. Un buen líder debe aprovechar ese conocimiento y combinarlo con el resto del talento presente en la compañía para lograr el bien común y seguir una dirección clara. Además de rodearse de los mejores debe saber delegar en ellos tareas relevantes.
Comunicación eficaz y transparente
El líder debe ser un gran comunicador y transmitir de forma clara y precisa los objetivos y la estrategia de la organización. Tanto en un plano interno como externo. Y tan importante como comunicar bien y ser transparente es saber escuchar y tener empatía con tu entorno. Reunirse periódicamente con sus empleados y también con sus proveedores y clientes. Ese intercambio de impresiones, en ambos casos, puede ser muy enriquecedor para ajustar o reorientar, si es preciso, el rumbo de la empresa.
Conocimiento del negocio y el mercado
Elemento fundamental para el directivo: conocer al detalle el escenario en el que desarrolla su actividad. Vivimos en una época de cambios vertiginosos y cualquiera de ellos puede afectar al negocio. Un buen directivo debe saber anticiparse a estos cambios y asegurar la competitividad de la organización. Para afrontar este camino, el líder debe estar abierto a recibir una formación continua en función de las nuevas tendencias del mercado.
Innovación
Perder el tren de la innovación es perder el tren de la competitividad. Por ello, los directivos se ven como promotores de la innovación y deben trasladar ese impulso a sus colaboradores. Así, un rasgo distintivo del líder empresarial debe ser la curiosidad: buscar cosas nuevas que llamen la atención y que se diferencien del resto creando valor, y saber aplicarlas a la propia empresa. En este terreno también es importante que el directivo tenga un carácter emprendedor y que no castigue el error, sino que aprenda de él.
Disciplina y autenticidad
Algunas de las cualidades de un buen líder deben ser la seriedad, el rigor, la consistencia y el trabajo duro. Si hay un espacio para la improvisación, debe aparecer en ocasiones puntuales. Debe prevalecer el sentido común. Sus acciones tienen una transcendencia relevante, no solo sobre sus empleados, la compañía y los mercados, sino sobre la sociedad en su conjunto. Por ello, se le exige un análisis riguroso en los procesos de toma de decisiones. Este papel debe jugarse sin artificios ni caretas, mostrándose a los demás tal y como es. Un líder debe ser auténtico para poder construir entornos inspiradores que permitan potenciar al máximo el talento del equipo.
Ambición (sana)
La ambición bien entendida también debe ser una característica del directivo. Una ambición individual y colectiva. Tal y como se expresa en el libro, entendida como “motor para progresar y mejorar cada día”. Esto no debe desembocar, no obstante, en obsesión por conseguir el éxito.
Apuesta por la diversidad
El mundo es hoy diverso y las empresas también lo son, cada vez más. Desde la alta dirección se visualiza la diversidad como una ventaja competitiva porque los equipos plurales facilitan la innovación. También son más diversos los colaboradores y clientes, lo que motiva que los directivos y las empresas que dirigen deban adaptarse a esa diversidad.
Cuidado físico y mental
Los directivos deben cuidarse física e intelectualmente de forma constante, ya que para liderar equipos es necesario antes que nada sentirse bien con uno mismo. Pero también deben velar por el bienestar de sus empleados. Según Alfonso Jiménez, coordinador del libro, “los directivos tienen que saber hasta dónde pueden llegar ellos y sus equipos, no exigiendo niveles de stress de manera permanente. Deben procurar que sus colaboradores y equipos sean sanos y lleven una vida equilibrada, potenciando hábitos saludables en el trabajo”.
Equilibrio y conciliación
Dando continuidad a esta idea de bienestar, el líder debe saber también aparcar el trabajo en determinados momentos y dedicar su tiempo a familia, amigos hobbies, deportes… Debe procurar que haya equilibrio entre el tiempo que dedica a lo profesional y lo personal. En definitiva, el directivo debe ser un ejemplo de conciliación, una referencia en este campo para sus empleados.
Pasión por su trabajo
Todas estas cualidades difícilmente pueden abordarse sin poner pasión en lo que haces. Un buen directivo debe sentirse orgulloso del equipo y de sus logros, así como del proyecto que persiguen conjuntamente. Debe tener una actitud positiva y entusiasta en cada una de sus manifestaciones.
*Si te ha resultado interesante este artículo, te animamos a seguirnos en TWITTER
y a suscribirte a nuestra NEWSLETTER DIARIA.
RRHHDigital
All copyrights for this article are reserved to Portada