Cómo mejorar la experiencia del empleado y los espacios de trabajo tras el COVID-19

Cómo mejorar la experiencia del empleado y los espacios de trabajo tras el COVID-19

Con el comienzo de la desescalada, las empresas tienen que empezar a adaptarse a la nueva realidad. Tras la crisis mundial del COVID-19 se abrirá un nuevo horizonte en muchos aspectos de la vida, y también en el laboral. Adaptar las organizaciones a esta nueva situación que deja el COVID-19 es algo fundamental si las empresas quieren no sólo sobrevivir, sino incluso evolucionar. BICG, consultora experta en innovación y nuevas estrategias de trabajo, explica en 25 puntos como mejorar la experiencia del empleado y los espacios de trabajo tras la crisis del COVID-19 de manera que las organizaciones salgan reforzadas.

Antes de la nueva realidad hay que transitar por una fase intermedia, en la que diferentes factores – impuestos por la situación o por las autoridades- condicionarán las actividades diarias. La vuelta a la actividad en los centros de trabajo se convierte así en un auténtico reto si se consideran las restricciones que se han de aplicar. Con el objetivo de mantener a los profesionales en el centro, preservar su salud y garantizar la continuidad de negocio, BICG ha elaborado un plan que engloba un total de 72 puntos y del que destacamos los siguientes, referidos a la experiencia del empleado y a los espacios y Facility Management.

Experiencia de empleado:

Los trabajadores necesitarán tiempo para adaptarse a la nueva realidad: Por una parte, en el caso de acudir al centro de trabajo, hacerlo con seguridad y de otra, en el caso de contar con equipos híbridos, presenciales y no presenciales, ser capaces de colaborar de manera eficiente entre los que están en la oficina y los que no. Por eso es importante que las empresas aporten a sus empleados las medidas necesarias para que su readaptación al trabajo sea lo más llevadera posible. Entre otras medidas están las siguientes: 

  1. Adaptar las reglas y normas de protección a los profesionales.
  2. Desarrollo de protocolos de prevención y seguridad para la relación entre profesionales: nueva distancia social.
  3. Elaboración de nuevas pautas de convivencia para minimizar el contacto y cumplir con las medidas de higiene.
  4. Valoración de la disposición para la vuelta al centro de trabajo de los profesionales de acuerdo a su situación personal.
  5. Evaluación de la ubicación y medios de transporte empleados por los empleados para llegar al trabajo.
  6. Creación de la “Oficina de ayuda” al empleado para dar soporte en caso de necesitar acompañamiento emocional.
  7. Revisión de políticas de trabajo en remoto e identificación de oportunidades de mejora.
  8. Estudio de puntos de contacto de la compañía con los empleados presenciales y a distancia.
  9. Protocolos preventivos ante casos de infección y cuarentena.
  10. Definición del modelo de líder en el contexto de la crisis.
  11. Evaluación del grado de compromiso y motivación de los profesionales.
  12. Revisión del impacto estratégico del RSC de la compañía.
  13. Valoración del impacto de las posibles medidas de reducción de costes en la experiencia de empleado: identificación de las soluciones óptimas.

Espacios y Facility Management

El espacio de trabajo se ha visto comprometido con el COVID-19, poniéndose en entredicho la necesidad de que tengan que existir oficinas o que tengan que existir para los usos a los que estábamos acostumbrados. Una de las conclusiones es que no hay por qué cerrar oficinas, sino que, muy probablemente, se irá a un modelo de redistribución de los espacios. 

  1. Listado actualizado en materia de normativa sobre Seguridad y Salud en el Trabajo, referente al uso y ocupación del espacio.
  2. Desarrollo de protocolos de medidas higiénicas y de prevención y su impacto en el uso de los espacios.
  3. Elaboración de protocolos para el suministro, la utilización y la retirada de EPIS y soluciones para su gestión.
  4. Desarrollo de protocolos para el uso de los espacios.
  5. Elaboración de un catálogo de soluciones espaciales como respuesta a cuestiones normativas y protocolos definidos.
  6. Elaboración de un catálogo de situaciones espaciales que requieran de señalética para su correcta utilización. Instrucciones para su instalación.
  7. Ajuste de la disposición de los puestos de trabajo (layouts) según la normativa y criterios identificados, adaptación de distribuciones, mobiliario, etc.
  8. Adaptación a los nuevos protocolos de procesos y flujos íntimamente ligados a lo físico.
  9. Creación e implantación de un sistema de monitorización para conocer el grado de adopción y cumplimiento de las nuevas pautas de uso de espacios
  10. Creación de protocolos para una limpieza y desinfección óptima de los espacios.
  11. Identificación de los equipos e instalaciones que deban ser revisados para mejorar las condiciones higiénicas del espacio de trabajo.
  12. Definición de un calendario, protocolo y soluciones para la logística de llegada, acceso y flujos de las personas a los edificios y a las diversas plantas si las hubiera (uso de los ascensores, escaleras, etc.).

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