Cinco causas de problemas emocionales de los trabajadores en la era del coronavirus… y cómo solucionarlos

Mascarilla preocupacion

Mucho se ha hablado en los últimos meses del cuidado de la salud física, tanto a nivel laboral como a nivel de vida cotidiano. Lógicamente, una pandemia amenzaba, y amenaza, nuestras vidas y la preocupación número 1 es el cuidado de la salud a nivel físico. Pero una vez superada -o eso parece- la primera oleada de coronavirus en España, una vez, poco a poco, vamos recuperando la normalidad a todos los niveles, toca empezar a preocuparse por otro tipo de salud: la salud emocional.

Más allá de síntomas, mascarillas, geles o distancias de seguridad, los problemas de salud emocional puede resultar incluso más difíciles de diagnosticar que el propio COVID-19. No existen pruebas ni ciencias en este ámbito, de ahí que nos resulte tan complicado reconocer esos problemas y afrontarlos. Y, en plena desescalada, las empresas y los departamentos de RRHH deben preocuparse por el cuidado de la salud mental de sus trabajadores.

Por ello, destacamos cinco causas de problemas emocionales provocados por el coronavirus y que pueden afectar al desarollodo de la actividad laboral y empresarial:

    1. Haber sufrido la enfermedad, de forma directa o indirecta

Está clarísimo. Es la causa más obvia y directa de problemas de salud mental derivados del coronavirus. Haber sufrido la enfermedad, y haberla superado con mayor o menor dificultad, es sin duda un hecho para celebrar y que fortalecerá a una gran mayoría de personas, pero también hay que tener en cuenta las secuelas emocionales que puede haber dejado en nuestro cerebro: el sentimiento de miedo, angustia, preocupación, soledad ante el confinamiento en casa o en el hospital… Y esta es otra: la huella psicológica que deja haber vivido episodios duros en los hospitales es muy grave y requiere de trabajo para recuperarla.

En segundo lugar, está el hecho de haber visto como un ser querido, ya sea familiar, amigo o conocido, ha sufrido el coronavirus, igualmente de forma directa o indirecta. Muchas veces la preocupación es mayor cuando es algún allegado el que sufre la enfermedad, ya que el desconocimiento de lo que implica la misma, la empatía hacia ese ser querido y el no poder imaginar por lo que está pasando es incluso peor que la propia enfermedad. Al igual que decía antes, el hecho de que este familiar o amigo haya superado la enfermedad es digno de celebrar pero también puede dejar un daño emocional importante.

    2. La certidumbre o incertidumbre económica y laboral

Dos vertientes: por un lado, haber sido despedido, incluído en un ERTE o ver cómo tu empresa cierra lo calificamos como certidumbre económica y laboral; por un lado existe la preocupación por la economía, por llegar a fin de mes, por poder mantener nuestra vida así como la de nuestra familiar. Por otro, la preocupación por el hecho de no tener trabajo, de tener que busca en un contexto complicado, de intentar formarnos a marchas forzadas y acabar saturados… e incluso el vacío que supone el no tener que trabajar puede ser demoledor psicológicamente.

En la otra vertiente, la de la incertidumbre, hablamos de problemas económicos y empresariales que se prevén, como puede ser la crisis económica, el hecho de buscar alternativas para mantener los negocios a flote, no tener nada seguro a medio y largo plazo… Esto provoca una sensación de agobio y ansiedad que, siendo, obviamente, menos negativa que la certidumbre, también afecta a nuestra salud mental.

Matizar que, al igual que en el primer apartado, estos problemas emocionales también pueden afectar a una persona en función de las circunstancias  de sus seres queridos: por ejemplo, si tu pareja o hijo se queda en paro, si la empresa de tu hermano cierra…

    3. El miedo al desconfinamiento

Sin duda, uno de los temas de los que se ha hablado en las últimas semanas, desde el inicio del desconfinamiento, es el miedo a volver a salir a la calle. Esa denominada ‘agorafobia’ pero en un sentido mucho más amplio: en este caso no es únicamente el temor a los espacios abiertos sino también al transporte público, a vovler a la oficina, a volver a tener relación físicas con personas ‘desconocidas’ casi tres meses después, a sentarte en una reunión o simplemente en un restaurante a comer… de ese miedo psicológico hablamos. Y, lógicamente, afecta al retorno al trabajo presencial.

En este sentido, muchas personas pueden sufrir cierto agobio a la hora de guardar la distancia de seguridad, de llevar mascarilla de continuo, a observar todas las limitaciones que se han ido aplicando estos meses… y esto es causa directa de problemas emocionales.

    4. Nada será como antes

Más allá de sentarnos con dos metros de separación, de usar mascarilla, de saludarnos con el codo o de usar gel hidroalcohólico cada 15 minutos, el hecho de saber que las cosas, al menos a corto y medio plazo, no serán como antes puede provocar trastornos emocionales. A todos, absolutamente a todos, nos han sacado de nuestra zona de confort y no todo el mundo asimila igual los cambios, tanto los positivos como los negativos. El hecho de que nada será como antes implica que las relaciones con seres queridos y compañeros de trabajo también cambien y que puedan surgir más conflictos o problemas entre unos y otros. Sin duda, es momento de trabajar los equipos aunque con más distanciamiento físico.

    5. El temor ante un rebrote

Aunque parece una opción lejana, y que se podría dar a medio plazo después del verano, también hay que tener en cuenta la preocupación que supone el hecho de volver a vivir una oleada de coronavirus como la que se inició en el mes de marzo. Sin duda, pensar en revivir los duros momentos de las últimas semanas puede ser traumático y, por ello, hay trabajar en el positivismo puede ser clave.

¿Y cómo solucionar, trabajar o intentar paliar todos estos problemas? De ello hablaremos el próximo jueves de 10:00 a 11:30 en el webinar ‘Nueva realidad, nuevas emociones: el cuidado de la salud mental en la era post COVID’ organizado por Sanitas y RRHHDigital, en el que hablaremos sobre cómo enfocar, desde la perspectiva de las empresas y departamentos de RRHH, el regreso a la ‘nueva normalidad’ laboral y evitar o, al menos reducir, todos los problemas de salud mental surgidos de la crisis del coronavirus como los que hemos enumerado más arriba.

Se trata de un encuentro digital, moderado por Ana Toro, redactora jefe de RRHHDigital y que contará con un debate entre grandes expertos como Iñaki Ferrando, director de comunicación médica de SanitasAlicia Calabia, directora de RRHH y miembro de la comisión de Salud y Bienestar de la AEDRHCarlos Viladrich, director de RRHH de Adecco, y Luis Moral, director de RRHH de LG.

Inscríbete al webinar ‘Nueva realidad, nuevas emociones: el cuidado de la salud mental en la era post COVID’

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