Según una encuesta realizada por la firma de consultoría estratégica Bain & Company entre directivos españoles de todos los sectores de actividad, la pandemia de COVID-19 tendrá un impacto relevante en los resultados corporativos de 2020 y podría lastrar la actividad económica más allá de final de año.
Como media, las empresas españolas esperan completar alrededor de un 50% de sus objetivos anuales, aunque un 20% de los directivos de nuestro país cree que alcanzará menos de un 30% de sus planes de negocio para 2020. Finalmente, ninguno de los sectores consultados espera superar el 60% de sus objetivos este año, y los directivos de las industrias de ocio, turismo y educación son los que se muestran más pesimistas.
La encuesta detalla cómo ha sido el impacto empresarial de la crisis sanitaria en las dos fases que ha atravesado nuestro país en la gestión de la pandemia: durante el confinamiento, un 36% de las empresas alcanzó menos de un 30% de sus objetivos mensuales; “Las empresas más afectadas durante el confinamiento fueron todas aquellas no-esenciales que requerían presencia física, como la construcción, el retail no ligado a alimentación, el transporte y el ocio. Por el contrario, la industria de bienes de consumo y la prestación de servicios básicos como energía o agua ha sido menos afectada”, comenta Alvaro Pires, socio de Bain & Company y coautor del estudio.
En cuanto a la desescalada, los gerentes de empresas de bienes de consumo, energía y prestación de servicios son los que se muestran más optimistas, mientas que los de los sectores educativo e inmobiliario y de construcción son los más negativos. “Aunque la educación es un sector típicamente contra-cíclico, y la demanda suele crecer en recesiones económicas, en este caso se teme una pérdida de inscripciones de los estudiantes extranjeros para el próximo curso académico. Además, se ha observado una presión por parte de los estudiantes en las tasas de matriculación ya que no se espera pagar lo mismo por clases virtuales que presenciales”, comenta Cira Cuberes, socia de Bain & Company coautora del estudio.
En el caso de las empresas del sector inmobiliario y de la construcción, el pesimismo de sus directivos se debe probablemente a los malos resultados durante el confinamiento, la incertidumbre a corto plazo, y a una mayor presión en las negociaciones con sus clientes (con peticiones por ejemplo de cancelación o aplazamiento en el pago de los alquileres).
Principales medidas y retos de la crisis
Según la encuesta, las principales acciones implementadas por las empresas como respuesta a la pandemia se han centrado en desarrollar nuevas formas de trabajo, hacer ajustes de personal y de marketing, y planificación financiera. En los sectores más afectados, como los de ocio y viajes, los ERTE han sido clave para mantener las empresas a flote; mientras que en otras industrias como la de servicios financieros, comunicaciones y energía esta medida ha sido prácticamente inexistente.
De cara al futuro, los directivos opinan que lo más efectivo para mitigar el impacto de la crisis sería el acceso a préstamos estatales (alrededor de un 16%) y a garantías financieras (alrededor de un 15%) frente a la provisión de materiales de protección, excepto en el caso de los directivos sanitarios, que señalan esta última claramente como su prioridad principal.
Perspectivas de duración de la crisis
Por lo general, los directivos consultados esperan que la pandemia de COVID-19 esté totalmente controlada a finales de este año. Sin embargo, alrededor de un 75% de ellos espera que esta crisis continúe impactando en sus cuentas de pérdidas y ganancias más allá de 2020.
Las empresas de trasporte, sector inmobiliario y construcción son las más pesimistas en cuanto a la duración de la crisis: más de un 30% estima que no volverá a sus niveles de actividad pre-COVID hasta 2022. Las más optimistas en cambio son las compañías de las industrias sanitaria y de bienes de consumo: la mitad de sus directivos cree que a mediados de 2021 la actividad podría haber recuperado los niveles de 2019.
Según Cira Cuberes: “En general, los mandos intermedios muestran más preocupación por el impacto que tendrá la pandemia. Los altos directivos son algo más optimistas y tienen más confianza en la flexibilidad y capacidad de sus empresas para adaptarse a la “nueva normalidad”. Álvaro Pires añade:“la ayuda más valorada por los directivos españoles de cara a la salida de la crisis económica sería el soporte financiero, ya que esperan una ralentización en la recuperación económica tras la pandemia que afectará probablemente de forma negativa a la demanda de los consumidores”.
La encuesta se ha realizado a un total de 378 directivos de empresas que operan en España en diferentes sectores de actividad, que fueron entrevistados entre el 28 de abril y el 18 de mayo de 2020.
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