Aunque solo el 11,4% ve el teletrabajo como única opción, porcentaje que aumenta hasta el 14% en las pequeñas empresas
El 90% de las empresas mantendrán el teletrabajo, adoptando modelos híbridos: compatibilizar el uso de oficina, coworking y teletrabajo
Impact Hub Madrid, la red de espacios de coworking enfocada en la innovación y el emprendimiento con impacto, ha encuestado un total de 219 empresas durante el mes de mayo para poder analizar cuál ha sido el impacto de la COVID-19 en sus modelos de negocio. Si hay algo indudable en esta nueva situación es que el teletrabajo ha llegado para quedarse, un dato que reconoce el 90% de las empresas participantes aunque, apuntan, que se dará de diferente forma. Sin embargo, solo el 11,4% de las empresas encuestadas señala que todo su equipo va a teletrabajar. Este porcentaje es mayor entre las pequeñas empresas (14%) y decrece en empresas medianas (9%) y grandes (3%).
No obstante, existe incertidumbre entre las empresas sobre cómo se van a organizar, con un 23,3% que todavía no lo tiene claro. Las grandes compañías son las que lo tienen más claro: solo el 3% duda y casi el 95% afirma que adoptará modelos híbridos de trabajo en los que convivan el uso de oficina convencional, teletrabajo y coworking. Para pequeñas y medianas empresas las soluciones híbridas también son una opción, situándose en el 68% y en el 79% respectivamente. Además, para el 90% de las empresas la flexibilidad en la configuración de los espacios de trabajo y reuniones será la clave en la nueva realidad laboral.
La encuesta se ha realizado a empresas de diferentes tamaños, desde microempresas o startups a grandes organizaciones, y en ella están representadas 18 actividades económicas entre las que destaca la participación de los segmentos de comunicación, educación, emprendimiento, innovación y grandes consultoras. Los resultados revelan que un 25,6% ve peligrar la continuidad de sus actividades, mientras que aproximadamente el 70% de las compañías participantes tiene confianza en recuperar su negocio y califica el impacto de la crisis como medio (39,3%), bajo (26,5%) o mínimo (2,7%). Un 4,6% señala que la crisis ha potenciado su actividad.
La valoración del impacto es relativa. El 45% de las empresas que perderán más del 50% de su facturación considera el impacto grave, mientras que el 47% valoran la misma pérdida como impacto medio. Las pequeñas y medianas empresas son las que más han sufrido pérdidas en su facturación.
Nuevas necesidades para la recuperación
Aunque aún se percibe bastante incertidumbre sobre el futuro, se identifica claramente que el impacto de la COVID-19 ha convertido en prioridad medidas para el mantenimiento de la actividad como la promoción de la innovación, el desarrollo de las competencias de equipo y la mejora de la productividad. Independientemente del tamaño de la empresa, se indica como necesidades prioritarias la identificación de nuevas oportunidades de negocio (74%) y el impulso a ventas (51%). El 33% de las grandes empresas con más de 250 empleados ha reconocido la necesidad de avanzar en la transformación digital de sus negocios.
En relación al tiempo de recuperación de las empresas y teniendo en cuenta que la encuesta se realizó a finales de la Fase 0, el panorama aún era incierto para muchas de ellas. Casi el 55% estima que tardará entre 3 y 9 meses en recuperarse, aunque el 30% todavía no lo sabe o proyecta un horizonte de recuperación más largo. Las empresas medianas son las que estiman que van a tardar más tiempo en recuperarse.
Las compañías de menos de 10 empleados se muestran más resilientes: el 16% cree que se recuperará en 2-3 meses, frente al 3% de las empresas con más de 100 empleados.
Mayor responsabilidad social
Pero la transformación laboral que ha traído consigo la COVID-19 no solo tiene que ver con las formas de trabajo o los cambios organizativos, también con el propósito del mismo, y es que el 43% de los encuestados reconoce que la responsabilidad social de su actividad se ha convertido en una prioridad y que adoptará medidas relacionadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Mientras que son las grandes empresas las que identifican mayor urgencia en trabajar la responsabilidad social de sus modelos de negocio; las pequeñas y medianas compañías buscan formar comunidad o sentirse identificados con una red para afrontar en positivo una crisis como esta.
Una comunidad es, por definición, un conjunto de personas vinculadas por unos intereses comunes e Impact Hub Madrid representa una de las comunidades de apoyo a la innovación e impacto social más importantes a nivel mundial. Por eso ha querido analizar en profundidad cuál ha sido el impacto de la COVID-19 en empresas de distintas actividades económicas, con el fin de recopilar toda la información posible para identificar necesidades comunes, evaluar las nuevas tendencias y ofrecer las herramientas necesarias a las empresas para identificar los cambios y oportunidades que pueden surgir de esta nueva situación.
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