Llega el verano y lo normal es que los trabajadores quieran cogerse unos días de descanso. Escaparse para disfrutar de unos días con la familia es un deseo de todos, pero además, un derecho como trabajador. Además, este año es, incluso, recomendable. Todos hemos vivido momentos difíciles, de incertidumbre, de miedo en algunos casos. Es normal que los empleados quieran irse unos días. Sin embargo, para el empresario es difícil gestionar ausencias en el momento en el que paree que el negocio repunta o, al menos, se puede recuperar cierta normalidad en el día a día.
Vacaciones de 2020: imprescindibles
Pero es muy aconsejable que les permitas disfrutar de unos días porque es la única manera de que carguen pilas para la vuelta. Si descansan y despejan la mente volverán más motivados y con más ganas de trabajar. Resetear la cabeza y cambiar de aires hace que vuelvan renovados. Todo ello será muy beneficioso para la empresa, ya que están más motivados y más entregados a los proyectos.
Debes hacer saber a los trabajadores lo importantes que son para la empresa, y por ello, también debes poner en valor sus derechos y sus peticiones. Las vacaciones este año cobran más sentido que nunca. Hay que gestionarlas lo mejor posible, pero todo empleado debe tener sus días este verano.
Consejos para una buena gestión de las vacaciones
Cierto es que no pueden irse todos a la vez y también hay que tener en cuenta que el confinamiento ha provocado que muchos tengan las vacaciones intactas y no hayan gastado un solo día. Por ello, la organización es necesaria. A continuación vamos a darte una serie de consejos para que puedas tramitar las vacaciones de tus empleados lo mejor que puedas.
- Elabora un criterio justo de elección de vacaciones. Por antigüedad puede ser lo más sensato.
- Pero también limita los días para que el primero que escoja no se vaya un mes completo.
- Premia a todos aquellos que decidan cogerse menos días durante el verano.
- Valora las circunstancias personales de cada empleado. También que entre los propios compañeros haya diálogo para entender que si, por ejemplo, la familia de uno tiene solo vacaciones en agosto, otro que pueda elegir, las coja en otro momento.
- Hay miedo a que vuelvan a cerrar fronteras entre comunidades de cara a septiembre, así que entre julio y agosto debe tener, al menos, 10 días cada empleado.
Permite que si alguien prefiere cobrar los días, se les pague para asegurar que hay personal disponible siempre.
Los últimos en elegir pueden ser los primeros en la siguiente elección o de cara a otro tipo de beneficios de la empresa.
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