Estamos viviendo tiempos difíciles en todo el mundo. La peor crisis sanitaria de la historia reciente acarreará innumerables consecuencias económicas a nivel global, produciendo diversos cambios entre los que se encuentra uno especialmente relevante: la transformación del puesto de trabajo en la era post Covid-19. En DB Schenker, creemos que, a pesar de que nuestro país todavía no estaba preparado para experimentar esta gran transformación, esta nueva forma de trabajo tendrá efectos positivos, dotando a empresas y personas de mayor flexibilidad laboral y mejor equilibrio entre vida personal y laboral, respectivamente.

En el momento en el que la pandemia se descontroló y el coronavirus comenzó a propagarse indiscriminadamente, tanto DB Schenker como el resto de las compañías vinculadas al sector del transporte y la logística se vieron obligadas a aplicar un nuevo sistema de trabajo en cuestión de días. En aquel contexto, nuestro principal propósito era proteger la salud de nuestros empleados y sus familias, sin paralizar un servicio que, al fin y al cabo, se consignó como una actividad esencial para combatir los efectos de la pandemia, en especial debido a la necesidad de contar con el suministro de recursos básicos como los alimentos, las mascarillas, equipos de protección o incluso medicamentos.

LA RESPUESTA DE DB SCHENKER A LA CRISIS DEL COVID-19

Dos días antes de que se decretara el estado de alarma en España, DB Schenker ya había implementado el teletrabajo en el 60% de su plantilla. Nuestra compañía opera en 140 países en los que emplea alrededor de 72.000 personas. Entre estos territorios se encuentran China e Italia, principales zonas afectadas por el coronavirus al inicio de la crisis, cuando todavía se sabía poco de la Covid-19. Por ello, desde el primer momento, tomamos como referencia lo que estaba sucediendo en ambos países para anticiparnos y evitar poner en riesgo la salud de las personas que forman parte de nuestra empresa. Esta ha sido una decisión realmente importante, ya que no podíamos permitirnos la parálisis de nuestras operaciones, garantía del suministro de recursos fundamentales en el confinamiento de la población.

En ese contexto, la adaptación y flexibilización del puesto de trabajo han supuesto un gran reto para la compañía y un cambio sustancial en su modelo de negocio. Personalmente, creo que el sistema laboral lleva años en constante transformación, debido, sobre todo, a la digitalización y la aparición de nuevas tecnologías que facilitan cada día más nuestras tareas. A pesar de ello, nuestro país todavía no estaba preparado para enfrentarse a un cambio tan repentino, y que, en mi opinión, no se produciría, con toda probabilidad, hasta dentro de 5 o incluso 10 años. La situación de emergencia ocasionada por el coronavirus ha acelerado una transformación del sistema, imprevisible al inicio de 2020.

Una de las mayores consecuencias de esta crisis, dando por hecho la transformación del sistema sanitario, será la reorientación hacia un modelo de negocio híbrido, que combinará el trabajo en remoto con la presencia en oficinas y centros de trabajo. En DB Schenker Iberia hemos tomado la decisión de progresar en la opción del teletrabajo como sistema válido, ya que creemos que el bienestar y la salud de nuestros trabajadores son clave para que el resto de los factores funcionen correctamente.

El nuevo panorama permitirá que surjan de necesidades de nuevos perfiles laborales, especializados en salud y bienestar de las personas, mantenimiento de la higiene y en nuevas tecnologías.

LA DIGITALIZACIÓN, EL NUEVO PARADIGMA

A pesar de que todavía es pronto para avanzar un escenario laboral preciso, todo apunta a que la digitalización será el foco principal de este nuevo paradigma. El teletrabajo, que hasta hace poco muchas empresas no contemplaban por un supuesto impacto en la productividad, se ha consolidado como una forma de trabajo imprescindible, mantenida en el tiempo y tan válida como cualquier otra. En DB Schenker hemos mantenido nuestra productividad al 100%, a pesar de las circunstancias, y nuestra capacidad también hasta arriba en ámbito de ferias y eventos. Personalmente, creo que el trabajo en remoto debería instaurarse y facilitarse al máximo, tanto en el medio como en el largo plazo.

Esta renovación del modelo laboral deberá ir acompañada de medidas a implementar en las empresas para evitar o reducir el riesgo de contagio del virus. El distanciamiento social de mínimo dos metros, el uso de mascarillas, el lavado frecuente de manos y la aplicación de otras medidas de seguridad pertinentes en el puesto de trabajo, así como la adquisición de material de protección, son algunas de las normas que deberán tomarse como prioritarias para garantizar la protección de la salud y la seguridad de las personas. Algo que, tras la pandemia de la Covid-19, ha adquirido un nuevo y vital significado.

De la misma forma, las compañías deberán acelerar su digitalización, una herramienta que eliminará las barreras físicas. Además, las videoconferencias se convertirán en el nuevo viaje de negocios, suprimiendo la necesidad permanente de abandonar nuestras casas o la oficina. Por último, quisiera destacar que el nuevo panorama permitirá que surjan de necesidades de nuevos perfiles laborales, especializados en salud y bienestar de las personas, mantenimiento de la higiene y en nuevas tecnologías.

En el periodo de confinamiento hemos observado en primera línea que la fórmula del éxito también incluye la flexibilidad y la reinvención. El mundo sigue cambiando, ahora con mayor rapidez. Nuestro estilo de vida, la forma en la que nos relacionamos y nuestra manera de entender la globalización, han experimentado un cambio que va a permanecer. Y en todo ello, las personas, el factor humano, siguen siendo la clave.

Miguel Álvarez, Director de Recursos Humanos de DB Schenker en Iberia.

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