Que 2020 fue un año difícil por el Covid-19 es algo que nadie pone en duda, sobre todo a nivel laboral. La pandemia del coronavirus redujo las posibilidades de contratación, miles de personas se quedaron sin trabajo y muchas otras siguen pendientes de un hilo a día de hoy. España destruyó 622.600 empleos y la tasa de paro aumentó hasta el 16,13% en el año de la pandemia de coronavirus, según las cifras de la Encuesta de Población Activa (EPA). Sin embargo, y a pesar de lo que muchos puedan creer, las empresas siguen necesitando trabajadores altamente cualificados para cubrir vacantes en sus organizaciones.
En muchas ocasiones, estos profesionales pertenecen a la comunidad LGTBI+ y tienen complicado el acceso a un puesto de trabajo debido a los prejuicios que existen hacia ellos. Además, buscan empresas en las que poder desarrollar todo su potencial sin miedo al rechazo y con igualdad de oportunidades. Algo que ahora parece más sencillo de conseguir gracias a myGwork. La comunidad de negocios inclusiva para profesionales LGTBI+ es desde su nacimiento una plataforma de atracción de talento para instituciones y empresas.
España, al ser uno de los países más abiertos y tolerantes con las personas LGTBI+, es un referente para los profesionales de este colectivo. No hay que olvidar que destaca por ser el tercero con más solicitudes de asilo de personas LGTBI+ de la Unión Europea, según Eurostat. Teniendo en cuenta estos datos y que más de 100 empresas apuestan en España por la integración, no es de extrañar que los trabajadores LGTBI+ piensen en nuestro país cuando buscan el lugar perfecto para crecer profesionalmente.
Precisamente sobre todo ello ha versado el último Desayuno de Buenas Prácticas, organizado por myGwork, en el que se han dado cita personalidades como la Embajadora de la República de Costa Rica, Ana Helena Chacón; el responsable PMO Estratégica e Innovación en CNP Partners, Fabrice Albertí; el Acquisition Specialist en Enterprise Rent-A-Car, Domingo Valero; el Presidente del IEOut&Allies del IE Business School, Tyler Brklacich; la Knowledge Management Consultant e Inclusión and Diversity Advocate en Willis Towers Watson, Julie Coles; la Viceconsejera de Empleo de la Comunidad de Madrid, Eva María Blázquez; Otilias Camacho, Orientadora laboral en Kif Kif; y William Gil, Coordinador en España de la ONG Rescate.
Todos ellos han coincidido en que la diversidad es un derecho. “No podemos diferenciar porque la dignidad humana es una y no es exclusiva de nadie: ni de los heterosexuales ni de los que tienen una orientación sexual diversa”, ha dicho Ana Helena Chacón, quien ha dado un aviso importante a las compañías: “las empresas ya no se miden exclusivamente por el dinero que consiguen, sino también por el bienestar que logran. Hay que recordar que cada vez más los consumidores tenemos la información de las prácticas corporativas que tienen las empresas y tachan a aquellas que no son inclusivas porque no confían en ellas”, ha sentenciado.
“La administración también jugamos un papel importante”, ha apuntado Eva María Blázquez. “Nosotros podemos dar pequeños pasos. Por ejemplo, en la gestión para concienciar a las empresas, nuestros responsables de las oficinas de empleo han recibido formación para sensibilizarles de esta diversidad y ver cómo tienen que tratar y asumir esa orientación para el empleo a las personas LGTBI+. Además, estamos haciendo protocolos de orientación para analizar cada caso, apostando por la personalización”, ha explicado, a la vez que ha querido remarcar “la nueva estrategia que existe en la que se incentiva a las empresas que contraten a personas trans con hasta 6000 euros”. Una ayuda que ha pedido “se utilice”.
Estos incentivos son muy necesarios, ya que la realidad LGTBI+ muestra que los trans son los que peor lo tienen a la hora de encontrar un empleo. “Hemos tenido casos en los que una persona ha pasado por la entrevista telefónica y cuando ha llegado y ha entregado su DNI la empresa se ha echado para atrás al ver que no coincidía el nombre con la persona que tenía enfrente”, ha comentado Otilias Camacho. Por eso, desde KifKif proponen a las empresas “realizar una selección ciega, así como tener un plan de igualdad y diversidad, realizar actividades de ocio en grupo, voluntariado y, sobre todo, ofrecer formación entre sus empleados, porque nos ha pasado que con empresas gayfriendly un trabajador lo ha pasado mal por culpa de sus compañeros”.
“En España, cerca de 6 millones de personas son población extranjera, entre las que se incluyen refugiados. De ellas un 26,58% está en paro. Esto genera repercusiones sociales importantes como la pérdida de expectativas para ellos y la de talento y diversidad a la hora de trabajar para la empresa. Si hablamos de personas LGTBI+ la discriminación que sufren es el doble: por ser extranjeros y por ser de este colectivo”, ha indicado William Gil, quien se alegra de que al menos los programas que llevan a cabo desde la ONG Rescate están dando sus frutos, ya que “tienen un 28% de inserción laboral en un año, el 70% mejora el perfil de empleabilidad y el 85% del indice de mejora de perfil de empleabilidad”.
Cabe recordar que “las personas migrantes no tienen red social y tienen muchas dificultades como el lenguaje, la convalidación de estudios y la falta de oportunidades reales”, tal y como ha mencionado Camacho. Si bien, en ciudades como Madrid parece que es un poco más fácil que en otras capitales encajar. Al menos así de claro lo tiene Fabrice Albertí. Él llegó a España para estudiar durante tres meses, pero al ver la calidad de vida de la capital decidió quedarse un poco más y buscar un empleo. De eso hace once años. El hecho de sentirse “como en casa”, se debe a que encontró una empresa que apuesta por la diversidad. “Mi compañía es multicultural y podemos contar cualquier cosa. El día que conté que me iba a casar fue como una fiesta porque no hay ningún tabú en la compañía y esta manera de ver el mundo dentro de la empresa es muy positivo porque puedo ser yo mismo”, ha explicado Albertí.
Su empresa apuesta por la diversidad, como también lo hace la de Domingo Valero. “Nosotros queremos ser una marca de empleabilidad que fomente la inclusión de todo tipo de candidatos y que permita a aquellos perfiles que cumplan con los requisitos poder apuntarse y optar a un puesto. Para ello, hay que apoyar a los colectivos de forma local y crear comités internos para que los empleados y los candidatos vean que en la empresa se trabaja para esa inclusión. Los altos cargos de la empresa tienen que liderar estos comités y participar en ellos”, ha dicho Valero.
Y es que los universitarios han empezado a priorizar este tipo de acciones antes que el dinero. “Es verdad que el problema común entre todos los estudiantes es buscar trabajo y al principio se basan en la tendencia del momento, en las condiciones económicas, sin valorar lo que les pueden aportar sus jefes u otros beneficios que tengan las empresas tanto tangibles como intangibles. Sin embargo, hoy en días las entrevistas han evolucionado y ahora lo importante son los valores inclusivos y diversos de la empresa. Ver si alguno de sus directores celebra o pertenece a algún evento LGTBI+, si el trato es igualitario…”, ha aclarado Tyler Brklacich.
Los candidatos LGTBI+ buscan, además, “poder elegir, por ejemplo, a la persona que va a estar incluida en los beneficios y permisos que son fundamentales para todos los miembros de una plantilla. Hay que tener en cuenta que para permisos laborales y cuidado familiar tiene que ser como máximo con un segundo grado de consanguinidad y eso no llega siempre a los allegados de las personas LGTBI+” ha señalado Julie Coles, quien insta a las empresas a “ofrecer y mejorar los mínimos establecidos por ley, teniendo en cuenta las necesidades de bienestar físico, económico y social de los profesionales LGTBI+. Es clave la personalización de los beneficios a la hora de compensar a su plantilla, teniendo en cuenta que hay miles de situaciones personales”.
Las buenas prácticas que recomiendan los ponentes
Formar a los trabajadores.
Aprovechar los incentivos en contratación de personas trans que ofrece la Administración.
Utilizar herramientas de contratación que permitan una mayor visibilidad de los compromisos con la diversidad e inclusión.
Tener un plan de igualdad y diversidad.
Crear comités internos que trabajen para la inclusión, en los que deben participar también los altos cargos.
Que desde Recursos Humanos se tenga en cuenta únicamente que los candidatos cumplan con los requisitos para la vacante ofertada.
Ofrecer y mejorar los mínimos establecidos por ley.
Las profesiones más demandadas
Según estudios realizados por LinkedIn y Adecco, los profesionales más buscados a día de hoy son aquellos que se encuentran dentro del marco de las tecnologías digitales, los servicios y tecnologías de la información, especialistas en robótica e inteligencia artificial, desarrolladores de fuerza de ventas, expertos en customer succes, en ciberseguridad, desarrolladores de big data, consultores e ingenieros de cloud, entre otros. Perfiles que escasean, y que precisamente durante la pandemia han sido los que más se han contratado.
Por su parte, “los empleos STEM en nuestra plataforma han aumentado en demanda dentro de las empresas de myGwork durante este periodo”, ha indicado Miguel Garzón, Director General de myGwork para España y Latinoamérica.
Si bien estos no son los únicos. Al fin y al cabo, el mercado laboral está en constante cambio. Lo saben, y mucho, las universidades y las empresas que participarán el próximo 24 de marzo en la feria mundial #WorkFair, organizada también por myGwork. En ella, los profesionales podrán comunicarse con los responsables de Recursos Humanos gracias a las funcionalidades de chat y vídeo; así como acceder a seminarios web gratuitos durante toda la jornada, con expertos que les asesorarán sobre la gestión de cambios de carrera, redacción de currículos y habilidades a tener en cuenta en las entrevistas virtuales, entre otros servicios.