Todos pasamos por situaciones en las que nos sentimos atrapados o abandonados. Momentos que a veces, son consecuencia de nuestros actos, y en otras muchas ocasiones llegan sin poder evitarlos. Pero hay personas que viven la adversidad mejor que otras, algunos, como suele decirse, se ahogan en un vaso de agua con mucha facilidad; sin embargo, también conocemos grandes historias, muy inspiradoras, de personas que han sido capaces de afrontar momentos críticos, e incluso salir reforzados.
A juicio de Gonzalo Martínez de Miguel, CEO de INFOVA y experto en liderazgo, esto implica que por muy insostenible que sea la situación, hay algo que siempre depende de nosotros y en lo que seguimos teniendo total libertad. Se trata de la actitud, la manera en la que decidimos responder a un hecho. Optar por una forma más productiva de actuar es una decisión que solo depende de uno mismo, y es lo que marca la diferencia entre unos y otros.
Por otro lado, el experto explica que el hecho de luchar e intentar algo al 100% no es sinónimo de conseguir un objetivo, “dar la pelea hasta el final no te garantiza que el resultado va ser el que tú quieras. Y es que es lógico que no se vayan a ganar todas las peleas que se viven. Pero insistir y continuar luchando, lo que si garantiza son más probabilidades de éxito. Mientras se intente salir de una determinada situación, se siguen teniendo opciones. Por el contrario rendirte es aceptar la derrota” advierte.
Afirma que en las situaciones más adversas hay dos cualidades que no garantizan, pero si abren paso al éxito. Estas son la resiliencia y la fortaleza. Por ello en la dificultad hay que centrarse en ellas, porque que van a crear el espacio para alcanzar las metas.
El experto explica que la resiliencia tiene que ver con la capacidad de recuperarse ante la adversidad, de volver a la situación previa al acontecimiento que provocó la dificultad. Por otro lado, la fortaleza tiene que ver con la capacidad de resistir, con ser capaz de aguantar hasta que ese acontecimiento complicado termina.
Gonzalo Martínez de Miguel advierte que ambas cualidades se adquieren a lo largo de la vida, y que no hay un “gen resiliente” con el que se pueda nacer y que nos haga más fuertes. La resiliencia y la fortaleza se entrenan, y para hacerlo comenta que hay 5 principios básicos:
Aceptación: hay que dar por hecho que para entrenarlas necesitamos la adversidad. Es imposible adquirir estas capacidades cuando no se han vivido situaciones adversas, por ello se debe aceptar la situación como se presenta.
Desafío: una vez que aceptamos la situación conviene que en lugar de ver un problema, la convirtamos en un estímulo, en un desafío que vamos a ser capaces de afrontar.
Oportunidades: en todas las situaciones por adversas que sean aparecen oportunidades, conviene centrarse en ellas, buscarlas en lugar de encontrar permanentemente excusas que impidan seguir luchando.
Ser Positivo: es humano lamentarse, pero no puede hacerse constantemente, ni se puede optar por la rabia y el enfado permanente. Tratar de ser positivo y objetivo, abre paso a más oportunidades.
Humor: afrontar las situaciones desde el humor facilita la manera de enfrentarnos a los problemas, relaja los pensamientos y nos sitúa en un punto de vista más positivo y creativo, para dar respuestas y encontrar soluciones.
Por último, Gonzalo Martínez de Miguel insiste en que “la fortaleza y la resiliencia son cualidades que van a crear más espacio para el éxito, y yo creo que en eso consiste la vida, en crear más oportunidades para que el éxito pueda aparecer. Por tanto acepta la adversidad, vívela como una parte del desarrollo del carácter, sigue luchando y confía que el resultado va a ser el mejor posible”.