Los tenemos todo el día en la mano y en la boca sin ser conscientes de que pueden acumular hasta 17.000 gérmenes diferentes y llegan a estar hasta 10 veces más sucios que un inodoro. Hablamos de los teléfonos móviles, pero también de los teclados, de las tablets y de todos los “gadgets” que nos conectan entre nosotros y también con otros compañeros no deseados. Virus y bacterias campan a sus anchas en unos dispositivos que ahora, con el Covid, limpiamos más a menudo, pero ¿lo hacemos correctamente?
Bullitt Group, licenciatario de Cat®phones, en asociación con el Dr. Simon Clarke, Catedrático de Microbiología Celular de la Universidad de Reading, ha preparado una guía con algunas orientaciones de limpieza, según el tipo de trabajo y el uso que se le da al teléfono dentro de cada puesto:
Trabajos al aire libre: Los trabajos al aire libre pueden dar una falsa sensación de seguridad. Sin embargo, la exposición constante a otras personas, y también a superficies compartidas, constituye un importante factor de riesgo para la contaminación de los dispositivos móviles. Se recomienda que trabajadores como repartidores mantengan sus móviles en el interior de sus vehículos o en los bolsillos siempre que sea posible, y nunca deberán apoyarlos boca abajo en ningún lugar durante el proceso de entrega. Las superficies como los picaportes y los timbres son una fuente potencial de contaminación, por lo que deberemos limpiarnos las manos a conciencia con gel hidroalcohólico antes volver a tocar nuestro teléfono. Los trabajadores en sectores de construcción y logística deben tratar las áreas en las que trabajan como espacios públicos con el mismo riesgo asociado, ya que muchos equipos diferentes de trabajadores pasan por ellas y, potencialmente, pueden contaminar las superficie.
Trabajos en hogares de otras personas: El tipo de trabajo que se realiza en hogares de otras personas varía enormemente: algunos trabajos suponen muy escaso riesgo dependiendo de cuánto contacto tengamos con otras personas, mientras que otras profesiones (por ejemplo, los fontaneros, al estar expuestos con frecuencia a contaminación potencial al desbloquear tuberías) presentan un riesgo mayor. En estos casos, se recomienda reducir el uso del teléfono personal al mínimo y cerciorarnos de limpiarlo, junto a nuestras manos, antes de utilizarlo.
Trabajos de primera línea, emergencias y sanitarios: Para aquellos trabajadores de primera línea es de especial importancia mantener una correcta higiene del móvil para evitar que se conviertan en vehículos de infección. Un estudio publicado por la Universidad Ondokuz Mayis en Turquía, publicado en la revista ‘Annals of Clinical Microbiology and Antimicrobials’, casi el 95% de los dispositivos de médicos y personal sanitario tenían diferentes tipos de bacterias que podían llegar a transmitir enfermedades graves. Solamente el 10% de estos limpiaban y desinfectaban asiduamente el teléfono. Por ese motivo, es importante concienciar la necesidad de implementar protocolos para evitar la contaminación a través de los teléfonos.
Trabajos en oficinas y/o con teléfonos compartidos: En primer lugar, debemos implantar como rutina la limpieza de nuestro teléfono a diario cuando lleguemos a la oficina. En segundo lugar, debemos buscar formas de utilizar menos nuestro teléfono personal en el trabajo, y en su lugar instalar aplicaciones que usemos con regularidad en nuestro ordenador de sobremesa, o comprobarlas solamente en ciertos momentos durante la jornada. También es importante evitar utilizar los móviles mientras comemos y no llevarlos con nosotros a áreas comunes donde no sean necesarios, como a comedores y lavabos. Asimismo, se recomienda No colocar nuestro móvil sobre mesas o escritorios de otros compañeros de trabajo, ni permitir que otras personas toquen o manipulen nuestro teléfono móvil. Además, los teléfonos de uso compartido en oficinas son un foco de propagación de virus. Los teléfonos profesionales deberán limpiarse en profundidad al final de cada jornada de trabajo, antes de guardarlos en un lugar seguro, cerrado e higiénico por la noche. Deberemos limpiar los teléfonos tan exhaustivamente como sea posible cuando vayan a alternarse los usuarios. Deberemos evitar el uso de fundas o utilizar móviles que no requieran fundas protectoras. Las fundas sirven de refugio para virus y bacterias de la misma forma que lo hacen los teléfonos, y en muchos casos pueden ser más difíciles de limpiar aún. El uso de teléfonos profesionales deberá registrarse y supervisarse cuando ello sea posible.
Telefonía resistente e higiene
Los dispositivos resistentes o rugerizados pueden lavarse a fondo con agua y jabón, limpiarse con geles/toallitas de alcohol e incluso con lejía, por lo que son una alternativa ideal para todas las personas que salen de su casa para trabajar. Muchos teléfonos inteligentes afirman que son resistentes al agua, pero solo los teléfonos realmente resistentes pueden soportarlo, por lo que es necesario cerciorarse de que limpiamos el teléfono conforme a las directrices de los fabricantes, para que no haya riesgo de dañar el dispositivo o invalidar la garantía. Los teléfonos que puede limpiarse más a fondo podrían desempeñar un papel crucial a la hora de reducir la propagación de la COVID-19.