Las empresas que quieren llevar a cabo un importante crecimiento internacional necesitan directivos que hablen un alto nivel de inglés. Esta es una de las conclusiones extraídas del informe EF EPI 2018, elaborado por EF Education First, en el que se evalúa el nivel general de inglés de 88 países.

Actualmente, en un 80% de las ofertas de trabajo en las que se buscan directivos para compañías, se exige que estos perfiles tengan un nivel de inglés alto, para poder ayudar en la internacionalización.

Se calcula que en España hay unas 150.000 empresas con presencia global, cifra que ha ido aumentando en los últimos diez años en un 26% de media, según datos de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE).

A nivel mundial, como se indica en el estudio EF EPI, los directivos y los altos cargos de las empresas son los que tienen una mejor comprensión de la lengua en relación con los ejecutivos y el personal. Dado que las economías de hoy en día, impulsadas por el comercio internacional, usan el inglés como lengua vehicular, las candidaturas a puestos con mayor responsabilidad exigen a los candidatos que sepan desarrollar en otro idioma su actividad laboral.

Sin embargo, en España, hay todavía muchos directivos que ocupan cargos de gran responsabilidad y no dominan el inglés. Según los resultados del EF EPI, nos encontramos en el conjunto de países que tienen un nivel medio de la lengua, y de los peores en Europa. Esto se ve reflejado sobre todo en empresas familiares, en las que los directivos son también propietarios, o en el caso de directivos de cierta edad, que tienen una gran experiencia de negocio, pero que no han recibido formación suficiente en idiomas.

La exigencia de idiomas depende de la categoría profesional o nivel de experiencia requerido. En España, según datos de las principales reclutadoras del país, el 80% de las ofertas destinadas a directivos demandan el conocimiento de uno o varios idiomas extranjeros, reduciéndose a un 22,3% en las compañías orientadas a empleados.


En cuanto a los altos mandos, un 39% de las ofertas implican tener conocimientos altos de inglés, mientras que, para puestos más técnicos, las ofertas que exigen el conocimiento de este idioma son el 34%. Esta diferencia se debe a que, con más frecuencia que el resto del personal, los directivos deben interactuar con sus colegas y clientes extranjeros, e incluso con competidores de otros países.

En lo referente a los perfiles ejecutivos, que suelen ser mayores, su trayectoria profesional ha ido avanzando en un clima empresarial en el que el dominio del inglés no se valoraba tanto hace unos años. No se les exige lo mismo en idiomas en comparación con los directores, pero aquellos que los hablan tienen más posibilidades de ser ascendidos.

En los resultados del informe se hace visible una brecha por puestos de trabajo, es decir, se generan dos clases de empleados en paralelo: una élite que habla inglés y se mueve por todo el mundo, y un personal de apoyo que no lo habla y está limitado al ámbito local. Es probable que eso se deba a la aplicación de prácticas de contratación antiguas en la selección de personal.

El nivel de inglés varía mucho entre sectores y puestos de trabajo. A pesar de que cada vez es más necesario en todos los departamentos y niveles de una empresa, el informe confirma que los que mejor lo hablan son los que se agrupan en cargos específicos, como los relacionados con el derecho y la estrategia, y en sectores concretos, como la banca y la informática.

El nivel de inglés más bajo por sector económico lo tienen el de la aviación, la venta al por menor, la fabricación de mercancías y la logística, abriendo una brecha de más de 15 puntos respecto a los sectores con mejor dominio del idioma.


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