Con la llegada del verano y el calor, los empleados empiezan a visualizar su merecido descanso, la mente se dispersa y baja la productividad en el trabajo. Para evitar esta falta de rendimiento, las empresas utilizan la práctica de disciplinas como Mindfulness para ayudarles a ser más eficientes en los meses veraniegos, según afirma Euroforum, principal integrador de soluciones de formación y eventos corporativos.
En esta línea, Euroforum, en contacto anual con más de 38.000 directivos, profesionales de formación, desarrollo y recursos humanos, ha identificado desde su posición de “observatorio de RR.HH”, que el Mindfulness gana cada vez más protagonismo en el mundo laboral. Actualmente es una de las disciplinas favoritas de compañías como Google, Apple, Intel, etc… para aumentar la productividad de sus equipos, así como mejorar su creatividad, comunicación y toma de decisiones.
Especialmente en la época estival, y con tan solo 15 minutos de Mindfulness en forma de meditación, se mejora el pensamiento racional en la toma de decisiones empresariales. Además las técnicas de esta disciplina, que entrena la mente para centrarse en el presente y mejorar la inteligencia emocional, fomentan el pensamiento creativo al cambiar la manera de ver e interpretar las cosas.
Mediante técnicas de meditación y respiración, los empleados consiguen focalizar la atención, disminuir los niveles de estrés, aumentar el autocontrol y mejorar la resiliencia (capacidad de superar la adversidad). Esto hace que se concentren mejor y puedan ser más productivos y felices en los meses veraniegos.
Es más, si la práctica se realiza de manera constante y regular, el Mindfulness es capaz de influir en las capas más profundas del cerebro y cambiar incluso la personalidad para generar una actitud que permita abordar los desafíos con menor desgaste físico, mental y psicológico.
A nivel de equipo, la práctica de Mindfulness aumenta la empatía y la comunicación entre el líder y los subordinados por lo que mejoran las relaciones laborales. Los líderes de equipos comunican de forma más efectiva y consiguen manejar mejor los imprevistos. Por su parte los miembros del equipo notan este cambio en el líder y se sienten más valorados. Unos y otros aprenden a lidiar con la incertidumbre, controlar el estrés y mejorar la atención.
Todos estos beneficios se traducen para la empresa en un incremento productivo no solo de cada empleado, sino de todo el equipo, al conseguir reducir el estrés y aumentar la atención plena en el trabajo en verano.
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