Si analizamos los datos, se observa que por sexo la incidencia es casi igual entre hombres y mujeres (17,1% y 17,4% respectivamente). Mientras que, al segmentarlo por edad, las personas entre los 35 y 54 años han tenido más problemas visuales que les han impedido trabajar (21,6%).
Los datos reflejan el porcentaje de la población que ha faltado a su puesto de trabajo debido a problemas con la vista. En este sentido, las personas que trabajan por cuenta ajena son las que más incidencias tienen; el 22% frente al 16% que trabajan como autónomos.
Otro de los datos destacables que ha arrojado el estudio es que las ausencias laborales son significativamente superiores entre quienes tienen o han tenido alguna patología y, en especial, entre quienes tienen problemas de retina o mácula (43%), astigmatismo (27%) y miopía (26%). Cabe señalar que aquellos que trabajan al aire libre tienen más predisposición a tener ausencias laborales relacionadas con la visión.
Respecto a los que tuvieron algún problema visual y no pudieron trabajar, un 8% fue por sufrir conjuntivitis; un 4,8% lo habría hecho por dolores de cabeza producidos por la vista; un 4% habría faltado a su trabajo a causa de los orzuelos, y otro 4%, por la introducción de un cuerpo extraño.
Si analizamos en detalle los resultados, entre quienes han tenido que faltar al trabajo por los problemas mencionados, un 42% lo habrían hecho en dos ocasiones; y un 11% ha superado tres días de ausencia por problemas relacionados con los ojos o la vista.
Por ello, Clínica Baviera ofrece algunas recomendaciones para evitar estos problemas que afectan a la vida laboral:
• Mantener una correcta distancia con la pantalla del ordenador. Debe colocarse paralela al plano de los ojos y a una distancia de 50 centímetros de la cara. Se deben evitar los reflejos y regular correctamente el enfoque de la pantalla.
• Descansar la vista cada hora mirando a lo lejos durante un par de minutos. Para ello es recomendable mirar por una ventana y variar el enfoque mirando hacia el horizonte. Además, de parpadear e hidratar los ojos con frecuencia.
• Buena iluminación. Lo ideal es trabajar con luz natural siempre que esté regulado el flujo lumínico para que se adapte a las condiciones de confort. En el caso de las oficinas con luz artificial es recomendable el uso de luz blanca y evitar los focos trasparentes. La disposición de las luces también se debe tener en cuenta, ya que se debe evitar que la luz alumbre directamente en los ojos.
• Temperatura, ventilación y humedad son fundamentales para el confort ambiental de la oficina. El aire debe renovarse periódicamente evitando las corrientes de aire y los cambios bruscos de temperatura para que los ojos no se resequen.
• En el caso de padecer conjuntivitis, es recomendable acudir al oftalmólogo para que determine cuál es su origen, qué tipo de conjuntivitis se padece y facilite el tratamiento médico más oportuno.
Veces visto
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