Entre los puestos a extinguir, cita los de técnicos en plantas de generación de energías fósiles, determinados puestos relacionados con el sector ferroviario y el transporte, o especialmente puestos de reparto de bienes y servicios de entrega. Al mismo tiempo que se destruirán empleos, Frey habla de la creación de otros nuevos como los relacionados con cualquier tipo de ingeniería que incluya nuevas tecnologías (impresoras 3D, robótica, telecomunicaciones…).

Sin embargo, que existan nuevos empleos no supone una solución al problema real: la falta de profesionales cualificados que los cubran. El año pasado, la Comisión Europea anunció que entre 500.000 y 750.000 puestos de trabajo relacionados con las nuevas competencias tecnológicas se quedarán sin cubrir a partir de 2020. Según la Comisión Europea, estos 500.000 puestos de trabajo están directamente relacionados las nuevas tecnologías.

Dicho de otra forma, el perfil que esperan encontrar las compañías y que no logran cubrir es el de profesionales con formación digital. Concretamente, según el estudio de la Comisión, la formación que demandan las empresas es la relacionada con la inteligencia artificial, el cloud, el uso de redes y canales de comunicación tecnológicos, el big data, la ciberseguridad, o la creatividad digital. Y no es una cuestión de futuro únicamente; la Comisión advierte, además, de que el 40% de las empresas con sede en Europa ya tienen dificultades para encontrar expertos en Tecnologías de la Información y de la Comunicación.

Lógicamente, el modelo actual de empleo se sostiene sobre un modelo educativo, que a su vez tendrá que readaptarse para hacer frente a estas nuevas demandas. Frey indica que la formación ha cambiado mucho, y que hay una deriva clara hacia un formato en el que la enseñanza ya no es ni presencial ni estática. De hecho, el dinamismo es la característica que más beneficiará a los alumnos de cara a desarrollar las profesiones del futuro: “los cursos se están convirtiendo en una mercancía. Los maestros solo necesitan enseñar una vez, grabarlo y luego pasar a otro tema u otra cosa. Estamos pasando de un modelo de enseñanza estática a un modelo de aprendizaje dinámico”.

Muchas de las academias, universidades, y escuelas ya apuestan por lo digital. Un buen ejemplo es el Movimiento OpenCourseware que puse en marcha el Masachusetts Institute of Technology en 2001. EL MIT comenzó a grabar todos sus cursos y ponerlos a disposición de forma gratuita en línea.

Cristóbal Fernández Muñoz, Vicedecano de Estudiantes y Comunicación en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid sostiene que “la falta de perfiles que puedan cubrir adecuadamente los puestos de trabajo se debe a que la oferta de empleos relacionados con las tecnologías de información y comunicación no está siendo capaz de cubrirse por una clara carencia de profesionales convenientemente preparados”. Desde su experiencia, la educación es la clave. En el máster que imparte, Estrategias de Comunicación en la Era Post Digital, tratan de enfocar la educación hacia la inserción laboral, siempre desde la óptica de la empleabilidad.


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