En el umbral de un año nuevo, la Fundación Adecco presenta los resultados del tercer informe ¿Qué 3 deseos le pides al 2020?, basados en una encuesta a 200 personas con discapacidad. El objetivo de este análisis es detectar las aspiraciones y reivindicaciones principales de un segmento de la población heterogéneo, pero que a ojos de muchas personas, entidades y empresas sigue viéndose como un todo homogéneo.
Esta tendencia de ver a las personas con discapacidad como grupo —sin importar qué tipo de discapacidad y mucho menos su formación o ambiciones— es una evidencia del desconocimiento que todavía existe respecto a la discapacidad. Además, durante mucho tiempo, se ha catalogado a las personas con discapacidad en el imaginario directamente como “inválidos”, una asociación muy dañina que, añadida a estigmas tan arraigados como la inactividad y la dependencia, lastran su integración sociolaboral.
Por ello, es necesario tener una visión renovada de la discapacidad, dejando atrás conceptos ligados a ella como la dependencia, inactividad, formación poco cualificada y, por supuesto, apostar por una mejora en el lenguaje y cambiar la manera en que la gente se refiere a la discapacidad. La verdadera inclusión de las personas con discapacidad pasa, en primer lugar, por tenerlas en cuenta y preguntarles.
Así, entre los deseos más destacados por los encuestados, el 60% ha mencionado el empleo como uno de sus principales anhelos para 2020, seguido de un 55% que pide salud y un 46% que desearía mejorar su situación económica.
La encuesta también pregunta qué les gustaría hacer este próximo año y, en línea con lo anterior, la inmensa mayoría de los encuestados ha respondido trabajar (58%). Destacan también la opción “viajar más” con 18% de las repuestas y “formarse o estudiar” con un 11%.
Queda patente que el empleo es la prioridad número uno para la mayoría de los encuestados. Por un lado, se encuentran aquellos que quieren mantener su puesto actual y, por otro, aquellos que desean encontrar una oportunidad laboral que les permita demostrar su potencial y desarrollar una carrera profesional. Si se analiza el perfil laboral de los encuestados, tan solo un 21% tiene un trabajo, frente al 67% que lo está buscando, unas cifras muy diferentes de las personas sin discapacidad. Solo 1 de cada 4 personas con discapacidad en edad laboral trabaja (25,9%), frente al 64,4% de la población general.
En este sentido, los encuestados consideran que hoy en día la discapacidad se sigue percibiendo como un obstáculo a la hora de desempeñar correctamente las funciones necesarias en un determinado puesto de trabajo. Además, el 70% afirma que la discapacidad también supone un freno cuando se quiere aspirar a puestos de mayor responsabilidad dentro de la empresa, lo cual denota el peso que siguen teniendo muchos de los estigmas que rodean a la discapacidad y la desigualdad de oportunidad existente.
Según datos recogidos por el Observatorio sobre Discapacidad y Mercado de Trabajo (Odismet), 2 de cada 5 personas con discapacidad se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social. El empleo juega un papel crítico en la vida de estas personas y, por ello, la inclusión laboral de las personas en riesgo de exclusión —en este caso, personas con discapacidad— debe ser una prioridad.
Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco comparte que «no cabe duda de que las empresas tienen cada vez más voluntad de contratación directa generando empleo ordinario, pero ésta sigue enmarcándose en la excepcionalidad, en el marco del cumplimiento de la Ley General de la Discapacidad. Las cuotas son el pilar para neutralizar las tendencias negativas del mercado, pero es fundamental que haya un cambio cultural que comience a entender la diversidad en materia de discapacidad como un valor, una ventaja competitiva de la empresa, y no como una obligación legal. Lo deseable sería un futuro sin cuotas».
Continúa la tendencia alcista en las contrataciones
Aún a la espera de los datos de contratación del último mes, se constata cómo continúa la tendencia alcista, iniciada en 2012 y que ya parece imparable. El año pasado acabó ya con un 6% más de contrataciones que el año anterior.
Desde el 2010, la contratación de las personas con discapacidad ha aumentado en un 79%, un porcentaje que asciende al 96% en el caso de los Centros Especiales de Empleo (CEE), según el SEPE.
De hecho, 7 de cada 10 contratos tuvieron lugar en el ámbito protegido —Centros Especiales de Empleo (CEE) — a pesar de que la ley concibe esta modalidad como un trampolín hacia la empresa ordinaria.
En los últimos tres años el ámbito protegido se está convirtiendo en un fin en lugar de un medio. Es importante recordar que los CEE se concibieron como lugar de tránsito hacia el empleo ordinario y excepcionalidad temporal, no como una opción permanente. Evidentemente esto choca con el cumplimiento legal.
2019 marca un antes y un después en materia de discapacidad
Las elecciones generales del pasado 28 de abril se convirtieron en un hito histórico para toda la sociedad, pero en especial para las personas con discapacidad y es que 100.000 personas con discapacidad intelectual pudieron votar por primera vez gracias a una reforma de la Ley Orgánica del Régimen General Electoral (LOREG). Así, España se convirtió en el octavo país de la Unión Europea que reconoce el Sufragio Universal de las personas con discapacidad intelectual.
Se trata de un hito importante que señalar de este 2019; que, por primera vez, todas las personas con discapacidad puedan formar parte activa de la democracia y ser así actores activos de la sociedad, lo cual es signo de una democracia más madura y del camino correcto hacia la plena inclusión.
La discapacidad ha dado el salto a la gran pantalla con la película “Campeones”, dirigida por Javier Fesser. Aunque no era la primera vez que se trataba este tema en el cine, Campeones se ha posicionado como un ícono de visibilidad para todas las personas con discapacidad por su inteligencia a la hora de tratar el tema en clave de humor. Logró decenas de nominaciones y 3 premios a los Goya.
Además, por primera vez en la historia una persona con discapacidad presentará las campanadas del 31 de diciembre en una televisión pública: Pablo Pineda, consultor en Diversidad y embajador de la Fundación Adecco, será el encargado de hacerlo en Canal Sur.
Para Francisco Mesonero, el reto para este 2020 es indudablemente generar más oportunidades laborales para las personas con discapacidad para así acelerar el alcance de la plena inclusión. «Las personas con discapacidad siguen reclamando oportunidades laborales en igualdad. Por nuestra parte, vamos a seguir trabajando con ellos y, con el compromiso de las empresas para garantizar que esto se haga realidad. El 2020 lo afrontamos con mucho optimismo, pero también conscientes de que son muchos los retos a los que todavía hacer frente».
La humanización del mercado laboral, una tendencia para este 2020
Unión, educación, comprensión y menos discriminación son algunas peticiones que los encuestados harían a la sociedad actual. Por otro lado, a los políticos, les piden honestidad, estabilidad, oportunidades y sinceridad, entre otras cuestiones. Sin embargo, los dos aspectos más repetidos tanto en las peticiones a los políticos como a la sociedad son la empatía y la humanidad.
Ante la fuerte irrupción de la tecnología, la humanización ha demostrado ser un proceso clave que se ha impuesto como una de las estrategias más importantes en muchos sectores, pero en particular en el terreno de los Recurso Humanos.
«Humanizarse pasa por tener empatía y escuchar al otro. Humanizarse pasa también por apostar por el acercamiento y el respeto a lo desconocido, algo que no casa con los estereotipos hacia la discapacidad, lo cual es, evidentemente, una tendencia que no hará más que favorecer cómo se percibe la discapacidad en la sociedad, en la política y, por supuesto, en la empresa. Así, la humanización de toda clase de procesos se presenta no solo como una de las demandas de las personas con discapacidad sino como una prioridad estratégica de las empresas de cara al 2020», afirma Francisco Mesonero.
Por último y para hacer un balance del año 2019, la encuesta ha planteado si las personas con discapacidad consideran que la sociedad española es inclusiva o no. Solo el 51% de los encuestados considera que la sociedad no es inclusiva, una cifra que debe ser el toque de atención para poner en marcha estrategias de sostenibilidad que pongan a la persona en el centro por sus cualidades y habilidades, y fomentar valores como la humildad, la solidaridad, el respeto y la tolerancia. Datos como este reafirman la necesidad de apostar por una humanización sobre todo en el tejido empresarial.
En definitiva, el 2019 ha sido un buen año para las personas con discapacidad y, por lo tanto, para la sociedad en general; pero el 2020 viene con grandes retos a los que hacer frente. Aun así, el 86% de los encuestados cree que el 2020 será mejor que el 2019. Un dato de optimismo de cara al nuevo año.
*Si te ha resultado interesante este artículo, te animamos a seguirnos en TWITTER
y a suscribirte a nuestra NEWSLETTER DIARIA.
RRHHDigital
All copyrights for this article are reserved to Portada