Sin confianza no hay liderazgo. Pero, aunque parezca simple, en el fondo no lo es tanto.
Muy pocos managers son líderes. ¿Cuál es la diferencia entre un manager y un lider? Ekaterina Walter opina que un manager es alguien que tiene personas que le informan; mientras que un líder es alguien a quien las personas seguirán, incluso si no le informan. Lo que los separa es la confianza y el respeto de su equipo.
Cuando el líder logra generar confianza dentro del equipo, realmente se nota. Los miembros del equipo se sienten seguros al compartir sus opiniones sin temor a juicios o represalias y al saber que el líder los impulsa teniendo en cuenta sus mejores intereses. ¿Cuál es el resultado? Un equipo de trabajo altamente motivado y productivo.
Un líder es solo tan efectivo como lo es su equipo. Pero construir confianza requiere tiempo y esfuerzo consciente. Las personas no confían en las palabras, confías en las acciones.
Estos son los comportamientos que como lider necesitas mostrar para ganarte la confianza de tu equipo todos diariamente:
• Predica con el ejemplo
Si deseas que los miembros de tu equipo desarrollen ciertos comportamientos, primero debes mostrarlos. No puedes pedirle a alguien que haga algo que tú mismo no harías.
• Sobre-comunica
La transparencia crea confianza. Los secretos la destruyen.
Los verdaderos líderes son directos y honestos. Y se comunican todo el tiempo. La falta de información crea suposiciones que generalmente son negativas o perjudiciales para la motivación y productividad del equipo.
La gente puede oler lo que escondes a distancia. Si todavía hay algo de información que no puedes compartir con el equipo, cuéntales lo que puedas y, por lo demás, no le mientas. Esto es especialmente relevante en tiempos de reorganización o despidos. Sigue siempre esta regla: «decir la verdad y apuntalar la esperanza».
• Admite tus errores y reconoce tus limitaciones
Reconoce públicamente tus errores cuando los cometas. Admitir que estabas equivocado no es un signo de debilidad, sino de fuerza. Reconoce los errores y describe los nuevos pasos a dar.
Nadie sabe todo. Todos tenemos nuestras limitaciones. Cree un equipo a su alrededor que lo complemente a usted, y a los demás, en conocimientos, conjuntos de habilidades y capacidades. No trates de hacer todo. Deje que los miembros de su equipo impulsen ciertos proyectos y resultados. Eso los hará sentir valorados y te hará ver bien. Pero siempre den la espalda cuando algo no salga según lo planeado.
• Cumple tus promesas y cumple con tus compromisos
Nadie confía en los que no cumplen su palabra. Así que cumple tus promesas y, si te comprometes, mantente firme.
No obstante, tu equipo entenderá aquellas circunstancias fuera de tu control, siempre que muestres tus comportamientos de forma consistente.
• Confía en tu equipo
Contrata a los mejores y confía en ellos. La confianza es una calle de dos vías: si no confías en tu equipo, este no confiará en ti.
Reconoce a las personas por sus contribuciones. Mientras más te fíes, más motivado estará tu equipo para mover montañas por ti. Y cuando algo sale mal, reconoce que el error fue cometido bajo tu dirección y no arrojes a tu equipo al “pie de los caballos”.
• Pide feedback
Nadie es perfecto. Todos aprendemos sobre la marcha, incluso hacia el final de nuestra carrera. Pide retroalimentación a tu equipo: qué puedes hacer como líder para ayudarlos a ser más productivos, cómo puedes mejorar su entorno de trabajo, qué proceso puedes cambiar para que todo el equipo sea más efectivo, cómo puedes comunicarte mejor con ellos, etc. Y cuando te den feedback, acéptelo con gracia y da la «gracias». No es fácil escuchar comentarios constructivos, pero te ayuda a mejorar como manager, como profesional y como persona.
• No tengas favoritos
Un doble estándar es la forma más rápida de deteriorar la confianza. Jugar a tener favoritos destruye la fuerza del equipo.
• Trata a cada uno justamente
Siempre trata a todos de manera justa. Mantén las mismas expectativas para cada miembro del equipo y crea las reglas que todos los miembros del equipo han de respetar y seguir (por ejemplo, “nada de rumores”). Algunos líderes explicitan las reglas del equipo colectivamente, lo que garantiza que todos acepten mantener el mismo conjunto de estándares.
Establece expectativas claras por adelantado, incluidos roles y responsabilidades claros; ello, te garantiza que no haya sorpresas. Esto elimina el estrés de la rutina diaria. Cada empleado ha de saber lo que se espera de él y sus resultados; por lo que no se sorprenderá en las conversaciones de revisión de su desempeño.
• No promuevas los chismes
El chisme mata la confianza. Los líderes efectivos establecen -y siguen- la regla de no hablar de un miembro del equipo con otro a sus espaldas.
• Escucha
Tómate el tiempo necesario para conocer a cada miembro de su equipo.
Realiza preguntas, consistentemente, y luego escucha. Te sorprenderá lo que puedes aprender si te quedas callado durante las discusiones o reuniones y dejas que otros hablen.
• Actúa consistentemente
La consistencia es clave para un gran liderazgo. Se trata de consistencia en los actos, comportamientos, estados de ánimo, expectativas… Siempre que sea posible, brinda a tu equipo apoyo inquebrantable, así como un conjunto de reglas y expectativas que sirvan de guía durante los buenos y los malos momentos.
• Antepón el éxito del equipo al tuyo
Cuando tu equipo es consciente de que participas de su éxito, darán lo mejor. Nunca pongas al equipo por encima por encima de tus propias ambiciones; o, al menos, déjale participar de tus ambiciones.
Al final del día, el éxito de tu equipo es, también, tu éxito. Los dos éxitos van de la mano. En tu su deseo de escalar corporativamente no dejes atrás a tu equipo. No olvides que ninguno de nosotros puede alcanzar el éxito solo.
En definitiva, no olvides que la confianza conduce a la lealtad. Y la lealtad lleva a que las personas hagan todo lo posible para conseguir resultados para ti, el equipo y la empresa. Para generar confianza y respeto, debes dar confianza, respeto y cuidar a tus colaboradores. Y si lo haces, no tendrás límite para lo que quieras lograr.
Artículo escrito por Antonio Peñalver, socio director de People First Consulting, en su blog.
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