Por fin has empezado a disfrutar de unas merecidas vacaciones y, contradictoriamente, continúas dedicando tiempo diario a revisar si hay correos nuevos, consultas los mensajes del teléfono compulsivamente y sigues atendiendo llamadas. ¿Qué sentido tienen las vacaciones si no eres capaz de desconectar de verdad? Te daré algunas claves para aprender a desenchufar del todo.
Antes de irte
Antícipate y reduce al máximo la lista de tareas que tengas los días previos a marcharte de viaje. Si no puedes sacar todo el trabajo adelante, póntelo fácil y prioriza en lo que debe quedar terminado sí o sí, lo que siga por orden de importancia y, si se queda algo en el tintero, que sean las tareas más sencillas y mecánicas, perfectas para retomar la rutina a la vuelta.
Esos días, quizá merezca la pena dedicar una o dos horas más al trabajo si luego te permite tener un descanso libre ruido mental. ¡Empieza a organizarte ya!
Detox digital
Siempre habrá alguien que quiera comunicarse contigo mientras estás fuera. Para que tu desconexión sea efectiva es imprescindible activar el mensaje “out of the office” y establecer pautas específicas con la persona que te sustituya, además de enmarcar con claridad las situaciones de emergencia por las que debería contactarte.
Si tienes el correo de trabajo en tu teléfono, directamente te animo a desinstalarlo, así no habrá tentaciones que esquivar. Y si dispones de un teléfono profesional ¡más fácil todavía! tan sencillo como no llevarlo contigo a todas partes, algo aplicable a cualquier dispositivo que uses para trabajar; líbrate de esas cargas sin remordimientos.
Sin embargo, privarte de todo uso de internet durante tus vacaciones puede resultar más un esfuerzo que un alivio. Si eres de los que disfruta estando al día con los amigos, te gusta saber qué pasa en las redes sociales de vez en cuando o sueles leer las noticias online, no tienes por qué dejar de hacerlo.
La idea es aprender a ser más selectivos que de costumbre, evitar acabar mirando el email cada dos por tres, o enredarte con el móvil durante demasiado tiempo.
Crea silencio
Llevar el teléfono encima a todas horas se ha convertido en un hábito. En vacaciones, esto puede ser útil para hacer fotos o llamar a la familia en los ratos libres, pero la realidad es que no lo necesitas para irte a la playa o realizar otro tipo de actividades de ocio.
Para sacarles jugo de verdad, nada como silenciar el móvil y dejarlo dentro del bolso o la mochila. De paso, silencia también todas las notificaciones que te bombardean a diario y céntrate en lo que estás haciendo en cada momento.
Date el permiso de estar presente contigo mismo y con las personas que te acompañan dedicándoles tu atención al completo; el móvil y todo lo que hay en él pueden esperar, te aseguro que el mundo seguirá ahí más tarde.
Improvisa y fluye
En vacaciones, merece la pena no llevarlo todo planificado y dejar que la mente se organice de otro modo, programar menos y abrirnos a lo que surja orgánicamente-
Date permiso para no pensar en trabajo y pon foco en los planes que has elegido hacer en esos días, ¡es puro Mindfulness! Te recomiendo poner en práctica el arte de la atención plena a la hora de disfrutar de tu tiempo personal. Levantarse tarde, cambiar de escenario, romper la rutina, meditar y divertirse es realmente terapéutico.
Te recuerdo que este verano seguimos a tu lado en The Holistic Concept; estés de vacaciones o teletrabajando, continuamos al pie del cañón para que te cuides en cualquier contexto. Recuerda que nuestros contenidos se adaptan a tu agenda y los directos quedan disponibles 24 hrs en la plataforma para que no te pierdas ninguno.
En agosto, no dejes de practicar tu bienestar ¡tu cuerpo y tu mente lo agradecerán!
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