Cuantas veces hemos escuchado aquello de: ‘vaya mierda de trabajo’, ‘estoy hasta las narices’, ‘odio mi trabajo’… Muchas, muchísimas. Pero, a que si te decimos que existe una técnica que consiste en adaptar tu puesto de trabajo a tus gustos tu punto de vista cambia; que puedes convertir un trabajo que no te gusta o que te causa indiferencia, en una pasión. Pues en eso consiste el ‘job crafting’.
Traducido literalmente del inglés, ‘job crafting’ significa ‘elaboración de trabajo’. ‘Craft’ es una palabra anglosajona que se refiere al arte. Y si lo pensamos un poco, ‘job crafting’ también puede tener que ver con eso, con hacer de tu oficio o tu labor un arte. Porque a todos nos gusta el arte, lo artístico, porque es interesante, apasionante, porque trasciende lo vulgar y se convierte en cautivador.
Pues en eso consiste el ‘job crafting’, en hacer apasionante, interesante, cautivador… tu trabajo. Incluso cuando no te gusta, incluso cuando lo odias. Moldear, como hacen los escultores –hablando de arte-, tu labor a tu antojo. En definitiva, ‘job crafting’ es una técnica que aporta un nuevo enfoque al puesto de trabajo mediante “un cambio proactivo y la adaptación a la forma de ser de cada persona”, según afirma Randstad.
El origen del término ‘job crafting’
La primera aparición del concepto ‘job crafting’ data de 2001, cuando Amy Wrzesniewski, profesora por aquel entonces de la Universidad de Nueva York, lo publicó en uno de sus trabajos. Y es que Wrzesniewski era una de las personas más influyentes en el sector de los RRHH.
“Proponemos que los empleados que modifiquen sus puestos de trabajo, cambiando las tareas y las relaciones con otros empleados. Estas nuevas configuraciones cambiarán el diseño y el ambiente laboral, pero, a cambio, modificarán el significado del puesto de trabajo y el compromiso del empleado”, explicaba la prestigiosa profesora en su propuesta a favor de la motivación y el compromiso de los empleados.
Cómo llevar a cabo el ‘job crafting’
Según indica la propia Amy Wrzesniewski en un artículo publicado en Harvard Business Review, las claves para redefinir el puesto de trabajo se basan en
- Las tareas: cantidad, planificación, cambios…
- Relaciones: conexión con el jefe, con los compañeros, trabajo en equipo, capacidad de independencia…
- Percepción: qué es lo que más te gusta, lo que odias, dónde incides más, en qué tareas pones más energía…
A partir de estos tres elementos es vital tener claras las motivaciones, puntos fuertes y pasiones y en base a ello se van cambiando y adaptando las tareas para conseguir maximizar le placer del trabajo que se realiza.
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