En un mundo de datos e inteligencia artificial, tiene más valor la experiencia del consultor. Esta manifestación fue el final de un debate entre expertos que se mantuvo en E-CAP (Escuela Aplicada de Consultoría) donde se dialogaba sobre el futuro de la consultoría.

La consultoría no se debe quedar en el diagnóstico o análisis de datos sino introducir inteligencia en el proceso. Y esta inteligencia proceder de los marcos de interpretación que aporta la experiencia como una realidad. De que nos vale tener datos (DATOMANIA) si al final no poseemos la capacidad de generar hipótesis que nos interpreten la realidad. Más que estar en una consultoría centrada en el dato (lo llamaremos consultoría exclusiva) estuvimos hablando que el futuro está en la consultoría centrada en la experiencia (consultoría inclusiva).

El concepto de consultoría inclusiva debe abordar a los datos de una manera diferente. Es enorme el valor que el Big Data y la inteligencia artificial nos aporta, pero no podemos encerrarnos en nuestro propio juguete. Fundamentalmente, el dato lucha contra los estereotipos y esto es de enorme valor. Decía WITTGENSTEIN: “El estereotipo es la forma primitiva de razonar” y es verdad que antes del boom de los datos vivíamos en una consultoría difusa, fruto de estereotipos de las personas y sin un verdadero hilazón con lo empírico. Debemos estar satisfechos por la enorme evolución que significa la visión más digitalizada de la consultoría con datos ciertos.

No obstante, el valor del dato puede hacer caer en la redundancia por la profundización en el análisis. Estamos observando una excesiva prolongación en el área de análisis que es muy interesante, pero olvidando que el valor no esta en el dato sino en la inteligencia que se desprende del dato. Este tipo de consultoría donde los Comités de Dirección están llenos de curiosos datos sobre su estrategia, sobre su cultura, sobre su personal, sobre sus clientes, etc., nos da una visión amplia de la realidad, es lo que llamamos una consultoría extensiva. Tenemos a golpe de click multitud de datos, pero a veces sin contestar a las preguntas más interesantes el ¿por qué? Y el ¿para qué? de dichos datos.

Precisamente, teniendo el enorme valor de tantos datos es más importante la capacidad de creación de hipótesis. La experiencia razonada es la verdadera fuente para sacar ideas que puedan expresarse en una hipótesis, y, por tanto, podemos aplicar la lógica científica para comprobar su validez. La experiencia es la madre de la ciencia, decía mi profesor de Psicología Experimental en la Facultad, y a renglón seguido decía, pero la experiencia es el padre de los estereotipos, es decir, la experiencia genera ideas para interpretar la realidad, pero si no utilizamos los datos para comprobarlo no deja de ser meros estereotipos que no sabemos si son verdad o no.

En este sentido, debemos conjugar la experiencia con la ciencia para obtener una consultoría que permita reconocer inteligencia en los datos. El reconocer esquemas mentales de tu sector, introducir maneras sociales que históricamente han influido en los datos, reconocer la psicología de los actores que intervienen en la dirección y multitud de otras características, hacen importante a la experiencia para plantear hipótesis con sentido ante la multitud de datos que nos aporta el Big Data.


Sin duda, que la experiencia es condición previa de una buena consultoría, que se enriquece, y de qué manera, con la aportación del big data y la inteligencia artificial. No tenemos que enfrentar a la experiencia con los datos, sino experiencia + datos es una consultoría más potente.

Este es el concepto de consultoría inclusiva donde introducimos las ideas dentro de la configuración de los datos para aportar soluciones más pragmáticas y reales.


La consultoría inclusiva implica valorizar la experiencia como ecosistema ideacional para saber interpretar mejor la multitud de datos que hoy día tenemos. Por ejemplo, hoy día hay multitud de influencias de los empleados sobre su felicidad, pero cuando analizamos los porqué son felices que dicen ellos nos falta saber interpretarlo, y es la experiencia razonada en este tipo de intervención que al observar a que horas han contestado las encuestas, cuando nos permite lanzar hipótesis de problemas de conciliación, y al conocer el sector y el tipo de trabajo tratas de verificar que la correlación de horas diarias de trabajo con los tipos de turnos asignados generan mesetas de infelicidad. Y con big data verificamos esta hipótesis y nos facilita proponer a la empresa que el problema no es incrementar los carteles de sonrisas en las oficinas, sino más bien cubrir el sistema de asignación de turnos. Con este ejemplo pretendo evidenciar la importancia de la experiencia y su inclusión como elemento clave de la consultoría.

Al final la consultoría debe tener en cuenta los datos y la experiencia, pero sí es verdad que frente a la facilidad de ser consultor con la tozudez de los datos es más difícil influir desde la sutileza de la experiencia. No debemos olvidar que la consultoría es un oficio de lectura diversas pero convexas para añadir el valor recibido en tu intervención. Sin duda, hay que apoyarse en el big data pero dotarle no sólo de su valor heurístico sino de valor integrativo. Pero es volver a lo clásico, no vale el análisis sin la síntesis y la síntesis sin el análisis. De aquí el concepto más holístico de la consultoría inclusiva donde el valor de la experiencia haga más importante a los datos obtenidos. Hay que derribar los estereotipos, incluso los estereotipos “cientificoides” que podemos caer en el uso de los datos. La experiencia es el antídoto para describir la realidad solo con datos, sin tener en cuenta la hipótesis de dar sentido a los datos caerás en el panteísmo de la datamania.

Y para acabar una frase de STEPHEN HAWKING que demuestra cómo su experiencia de científico puede destruir estereotipos humanos: “Habiendo seres vivos tan poco parecidos en la tierra, como una mariposa de una ballena, se antoja una casualidad inasumible que en la inmensidad del universo los alienígenas se parecerían tanto a nosotros”. ¿Cuántas casualidades se basan en datos sin experiencias?, el saber de un científico como Hawking nos hace replantear nuestra búsqueda de vida allende de la tierra, porque buscamos alienígenas humanos cuando lo más seguro es que sean otras materias y otras naturalezas.

¿Por qué la consultoría de datos debe olvidar la experiencia? Ya saben, la experiencia es la madre de la ciencia.


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