Los datos publicados por el Ministerio de Trabajo a principios de año indican que el número desempleados en España en 2019 se redujo hasta los 3.163.605. En el global del año, la cifra disminuyó en 38.692 personas, bajando un 1,2% en los doce meses del año, la cifra más baja desde 2012.
Muchos analistas ven en este dato un síntoma más de la desaceleración económica que comienza a vivir España. A este dato se le suma el del total de ocupados, que creció solo un 2% en 2019 frente al 3,1% del año 2018.
En el año 2019, el número de afiliados a la Seguridad Social superó los 19,4 millones, pero a pesar de que los datos son positivos, España creó en el año que terminó hace unas semanas casi 180.000 ocupados menos que en todo 2018.
Un indicador más que muestra que la situación en cuanto al empleo en España es preocupante es que 2019 tampoco ha sido un buen año para la contratación indefinida. En todo el año se hicieron más de 22,5 millones de contratos, pero de ese total, solo 2.159.434 fueron indefinidos, una cifra que no llega ni al 10% y que supone una caída del 5,5% frente al año 2018. Por otra parte, del total de contratos firmados, solo 1,27 millones lo eran a tiempo completo, casi un 5% menos que el año anterior.
El desempleo juvenil, otro gran problema de la economía española
A los datos hechos público por el Ministerio de Trabajo se suman los difundidos por Eurostat, que certifica que España es el país con la tasa de paro juvenil (menores de 25 años) más alta de toda la eurozona.
En septiembre, España sumó un trimestre completo con la tasa de paro juvenil superior al 32,7%. Si bien es cierto que el porcentaje de desempleados sigue reduciéndose, lo hace a un ritmo decreciente como consecuencia de la ralentización del empleo y el aumento de la población activa.
Contabilizando los datos desestacionalizados, el mercado laboral español tiene la tasa de desempleo juvenil más alta de toda la eurozona. Uno de cada tres jóvenes que quiere trabajar no encuentra un empleo.
En los últimos trimestres, España ha adelantado a Grecia, el único país que estaba en peor situación en la zona euro. La recuperación en Grecia ha sido muy intensa en el último año y la creación de empleo ha sido especialmente potente entre los más jóvenes. Hasta septiembre de 2019, la tasa de paro juvenil se ha reducido en 5,3 puntos porcentuales.
Según los últimos datos de Eurostat, hasta septiembre de 2019, en Grecia la tasa de desempleo juvenil se ha reducido en 5,3 puntos porcentuales, por solo 1,5 en el caso de España. Si la tendencia se mantiene, el mercado laboral español se asentará como el menos atractivo para los jóvenes menores de 25 años.
El crecimiento económico, que ha entrado ya en una fase de desaceleración, ha permitido reducir la tasa de desempleo juvenil de los peores años de la crisis, cuando era superior al 50%. Sin embargo, estas tasas de desempleo son todavía un 50% superiores a las que había antes del estallido de la crisis.
Las dificultades de los jóvenes para encontrar trabajo
En un sondeo en 2017, con motivo del Día Internacional de la Juventud, en el que participaron más de mil jóvenes españoles con edades comprendidas entre los 23 y los 30 años, un 88% de los encuestados reconocieron tener dificultades para encontrar trabajo. La razón principal de esta problemática era la poca experiencia.
Las administraciones públicas, no obstante, no cesan en su empeño de acabar con la lacra del empleo juvenil. Más allá de los conocidos planes de empleo, las comunidades han iniciado una medida encaminada a hacer retornar a cientos de miles jóvenes exiliados durante los años más duros de la crisis, entre 2007 y 2013.
En ese periodo, el número de parados con estudios superiores ascendió a 900.000 personas y, aunque no hay datos oficiales, miles de jóvenes abandonaron el país en busca de empleo. Ahora, las comunidades lanzan una oferta: una vuelta con los gastos pagados. Hasta 3.000 euros para cubrir el coste del billete, mudanza, traslado de animales e incluso pago de alquiler temporal.
Este plan está pensado para recuperar el talento juvenil, y está diseñado únicamente para jóvenes emigrados con estudios superiores. El resto de jóvenes españoles, exiliados o no, pueden encontrar numerosas fórmulas para acceder al empleo a través de portales como Trabajalia, donde se muestran los pasos a seguir para iniciar una trayectoria profesional en numerosos sectores laborales.
Muchos de los jóvenes que están retornando a España con estos planes lo hacen porque la situación económica en España es más positiva que la que encontraron cuando terminaron de estudiar, momento en el que no tenían oportunidades laborales en sectores como las TIC, la innovación, la ingeniería, la educación o el medio ambiente.
Castilla La Mancha fue la primera comunidad que lanzó su plan de retorno en 2017, invirtiendo 1,4 millones de euros para esta medida. Finalmente solo ha gastado 500.000 euros y han regresado 312 personas. Los sectores mencionados anteriormente son los que han registrado más peticiones de vuelta a España. En RRHH digital ya hablábamos de la empleabilidad del sector TIC, adelantando la previsión del crecimiento del empleo.
Estos planes de retorno varían en función de las comunidades, pues algunas no disponen de ninguna media en concreto mientras que otras ofrecen planes fiscales para incentivar a las empresas a ofrecer contratos indefinidos a los recién llegados. En otros casos, un segundo objetivo es luchar contra la despoblación, especialmente en aquellos territorios donde se produce mayor éxodo rural hacia las ciudades.
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