Dada la situación que estamos viviendo, el teletrabajo ha pasado de ser una opción a una necesidad. Muchas empresas se han visto obligadas a implantar el teletrabajo de la noche a la mañana, de manera generalizada y con los recursos a su alcance sin detenerse en profundidad en cómo garantizar que sus empleados sigan siendo productivos. Todo ello para cumplir de forma acelerada con las precauciones y medidas que se han decretado desde las instituciones públicas.
Aunque el trabajo desde casa es una opción cada vez más interesante para los trabajadores al permitirles conciliar de una forma más equilibrada su vida personal y laboral, cuando pasan los días y esto deja de ser una opción para convertirse en una “obligación”, llegan los momentos de cierta ansiedad, malestar postural, desconcentración y, por encima de todo, preocupación por la optimización del tiempo y la búsqueda de productividad. Es incluso posible llegar a sentirse aislado y menos conectado con los compañeros y el trabajo, además de requerir en ocasiones más horas de las habituales para asegurar la deseada productividad. Todos como trabajadores ansiamos ser productivos y eficientes, dedicando el tiempo necesario para optimizar nuestras tareas y los resultados derivados de las mismas.
Para ello, desde Steelcase hemos querido compartir 3 tips clave que ayudarán a seguir trabajando de manera adecuada desde casa para asegurar esta productividad y evitar posibles problemas.
1. Conozcamos cómo funciona nuestro cerebro: nuestros puntos fuertes y limitaciones
La neurociencia nos enseña que los trabajadores no estamos sacando partido a todo nuestro potencial debido a las distracciones. Esto, además, es algo que sucede tanto en las oficinas como cuando tenemos que trabajar en casa o en cualquier otro sitio. Integrando los descubrimientos de la neurociencia en el comportamiento de los trabajadores, los investigadores de Steelcase ofrecen unos consejos para mejorar la atención y ayudar a pensar mejor potenciando así nuestra productividad:
- No hagas varias cosas a la vez: nuestro cerebro no puede hacer dos cosas al mismo tiempo, lo que realmente hacemos es pasar nuestra atención de una a otra sin hacer bien ninguna de las dos.
- Define un final: organizándonos y terminando una tarea después de otra, se activa nuestro sistema de recompensa reduciendo el estrés.
- Descansa de vez en cuando: nuestro cerebro no puede estar centrado en una tarea más de 45 minutos seguidos.
- Muévete: el movimiento genera la proteína BDNF (brain-derived neurotrophic factor, del inglés) que ayuda en el aprendizaje.
2. La clave es la concentración: ¿Cómo creamos espacios que contribuyan a trabajar en nuestra casa?
En muchos casos, la medida del teletrabajo, con la suspensión de las clases escolares, va a suponer que coincidan varios miembros de la casa, por lo que es fundamental poder establecer una serie de espacios que, durante las horas de la jornada laboral, puedan destinarse al trabajo. Todos conocemos cuáles son las áreas que más contribuyen a la distracción, porque se asocian con momentos de descanso o de ocio, por lo que es importante diseñar dentro del hogar zonas que ayuden a la concentración. En esta línea, un estudio de Steelcase en colaboración con la Universidad de Wisconsin-Madison demuestra que la creación de espacios que permitan la privacidad visual ayuda enormemente a la concentración, en zonas ruidosas y abiertas. Los estudios muestran que la corteza prefrontal del cerebro es donde se dan la mayoría de los procesos de trabajo intelectual, por lo que necesita mucha energía y la distracción es fácil. Sin privacidad, los trabajadores se ven atrapados, sobre todo trabajando en casa, con un elevado número de distracciones, lo que añade una carga cognitiva adicional al trabajo que están realizando.
La idea, por tanto, es encontrar sitios que limiten los estímulos externos, espacios envolventes y que, visualmente, permitan que podamos concentrarnos en el trabajo que se está realizando.
Junto con esta actitud, el escenario al que nos enfrentamos obliga que, para asegurar que al crear estos espacios podemos disfrutar de ellos y trabajar, nos pongamos de acuerdo con los demás miembros de la casa para colaborar, abriendo vías de negociación y explicando que existen tiempos de trabajo y que es importante respetarlos, así como los espacios creados para ello.
3. Mens sana in corpore sano: la importancia de mantener el cuerpo activo y una buena postura
Aunque el teletrabajo se asocie con comodidad por estar en nuestro hogar, no todos los lugares son los más indicados, y por ello hay que atender a nuestras necesidades, pero también a nuestra constitución, preferencias y gustos para saber dónde vamos a estar más cómodos trabajando y dónde no. Si no disponemos de muchas zonas de las que elegir, es importante adaptar la que tenemos, ya que la ergonomía no solo depende del asiento que necesitemos, sino también de que todo lo que nos rodea y que nos permite realizar nuestras funciones sea adecuado para ello.
En este sentido, trabajar en casa conlleva el riesgo de volvernos sedentarios, por lo que es muy importante cambiar de postura y de lugar de trabajo a lo largo del día. Expertos de Steelcase han demostrado que el movimiento físico, las posturas y los gestos influyen en la forma de pensar. Existe una correlación entre lo que experimenta el cuerpo y lo que sucede en la mente, por lo que para disponer de un entorno que permita generar ideas es importante contar con la opción de estar de pie y disponer de espacio para facilitar el movimiento.
Busca zonas en tu casa que te permitan abandonar comportamientos más pasivos y que permitan moverse, interactuar con el espacio y cambiar de postura, no solo para evitar el sedentarismo, sino para ayudar al cerebro a trabajar, poder seguir siendo productivos y potenciar el proceso creativo.
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